Carlos Santamaría
Profesor de Teoría del Arte de la Universidad de Salamanca
Ayer por la mañana se reunió el patronato de la Fundación Salamanca
ciudad de Cultura y Saberes. Durante el transcurso de la reunión se ha
tratado (a propuesta de un servidor) el asunto de la posible suspensión
del concierto que Los Chikos del Maíz tienen previsto para el próximo 10
de enero de 2020 en el CAEM de Salamanca, y para el que, desde hace
días, están todas las entradas agotadas. Este concierto forma parte de
la programación que desarrolla la propia Fundación.
Ante las
noticias aparecidas en diversos medios de comunicación, y dado que la
Fundación es la institución que organiza este evento, y el patronato
donde deben dirimirse estas cuestiones, he creído conveniente en calidad
de vocal del patronato señalar lo siguiente en esta reunión. Expongo a
continuación lo que, entre otras cosas, he expresado esta mañana.
En primer lugar, considero que la suspensión arbitraria de este
concierto es un acto de censura sin rodeos, y una coacción directa de la
libertad de expresión en el marco de una actividad artística. Algo que
produce vergüenza. Al mismo tiempo, no cabe ampararse en una supuesta
moderación o usar la palabra concordia como coartada para un acto de
censura. Lo que muestra esta intención censora por parte de PP y sus
aliados de C´s es que, de haber radicales peligrosos y excluyentes, lo
son ellos.
En segundo lugar, es preocupante cómo un medio de
comunicación (de serios tintes reaccionarios) ha sido capaz de señalar
y, por tanto, imponer lo que es y lo que no es aceptable, lo que es y no
es expresión artística. Esto es algo, de nuevo, muy preocupante, y no
es la primera vez que ocurre (ni será, tristemente, la última). Es algo,
sencillamente, que no debemos tolerar.
Y en tercer lugar es un
grave insulto a los/las vecinos/as de Salamanca que ven cómo la
Fundación les arrebata a través de la censura un acto que ha sido
claramente un éxito, y ahí el ejemplo de las entradas agotadas desde
hace días es incontestable. Así mismo, este acto de censura, es un grave
insulto a quienes trabajan en la Fundación.
Muchas más cosas se podrían haber añadido.
También he recordado el “Romance de la guardia civil” de Federico
García Lorca, que, bajo los criterios de este ayuntamiento, sería hoy
mismo censurado.
La respuesta por parte del alcalde ha sido que
se trata de un grupo, Los Chikos del maíz, con letras que incitan a la
violencia y que son peligrosas. Les he recordado que no hay ninguna
acusación contra ellos ni ninguna condena. Y que bajo ese criterio la
mayoría de la historia de la música (y del arte) no sería programable.
Pero el PP se ha enrocado en lo mismo: son violentos e incitan a la
violencia.
Finalmente, ante la pregunta de si van a suspender el
concierto lo único que he recibido como respuesta es que los servicios
jurídicos están en ello. “¿En qué?”, he preguntado. La conclusión: en
que están viendo la manera de que los servicios jurídicos respalden la
censura de un acto que ellos mismos han programado. Creo que no hay más.
La cosa pinta a que en breve se anunciará la suspensión del evento.
Se sienta un triste y vergonzoso precedente y hace que Salamanca
aparezca en el mapa como un lugar intolerante, represor y tristemente
censor. Una muestra más de cómo la derecha nos lleva hacia un panorama
desolador. Cada vez se ve como más necesaria una perspectiva de cambio
colectivo en Salamanca como alternativa a esto: la censura.
DdA, XV/4360
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