David M. Rivas
La decisión sobre la extradición de Puigdemont queda para los idus de
marzo. Muy mal deben ver las cosas en Madrid para que Borell, flemático e
inteligente, jefe de la diplomacia europea, a quien conozco desde que
era ministro con González porque estuve en el Consejo de Medio Ambiente
que él presidía, haya perdido los papeles hablando de la etarra a la que
aún no han tenido tiempo de extraditar los tribunales belgas. Le
recuerdo a don Josep que España nunca extraditó a Bélgica a Leon
Degrelle, el fascista del que Hitler dijo que era “el hijo que no había
tenido”, al que, de viejo, llegamos a ver en "La clave".. También le
recuerdo al jefe de exteriores de la Unión Europea que España tampoco
extraditó a Alemania a Otto Remer, jefe de seguridad del mismo Hitler.
Por cierto, ya gobernaba Felipe González, es decir, el PSOE. La memoria
sobre el nazismo está muy viva en Europa y un estado que no entega a
nazis acusados de crímenes contra la humanidad tarda mucho en limpiar su
imagen. Es lo malo que tiene eso de tener miles de fosas comunes por
todo el país, abiertas por el amigo de Hitler, y decir que eso no le
importa a nadie o no dar ni un euro a saldar la deuda histórica.
DdA, XV/4369
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