DENUNCIAN EL RELATO DE ANA ORANTES ANTES DE SER ASESINADA

Pablo Álvarez

Ana Orantes, tras años de soportar palizas y humillaciones, fue asesinada por el que había sido su marido durante cuarenta largos años. Ella no fue la primera víctima de la violencia machista, tampoco fue la última, como desgraciadamente hemos podido comprobar, pero si fue una pionera. Ana Orantes tuvo la valentía y el coraje de plantarse en un programa de televisión para poner la lacra del machismo a la luz de los focos. Ana contó el infierno que había vivido y la desprotección que había sufrido, dejando en evidencia la carencia de medios y formación sobre el tema que había tanto en la judicatura como en los cuerpos de seguridad del estado. Hacerlo le costó la vida, pero su sacrificio salvó muchas otras.

Aún así, después de muerta, Ana Orantes sigue molestando al patriarcado. Esta misma semana hemos sabido que los padres de un alumno de un instituto de Baena (Córdoba) han denunciado a un profesor por haber proyectado, el pasado 25 de noviembre con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, la entrevista que dio Ana en Canal Sur días antes de ser asesinada. Lo que para cualquier persona era una actividad educativa, para estos salvajes fue adoctrinamiento. Mostrar la realidad, por dura que sea, y tratar de educar y concienciar para acabar con la violencia machista, solo puede molestar a los maltratadores y a sus cómplices.
Testimonios como el de Ana ayudan a abrir los ojos a las generaciones que vienen detrás. Por eso hay que compartirlos una y mil veces. Ana Orantes venció al miedo y no se calló, no vamos a permitir que la silencien ahora, no vamos a consentir que lo que no logró su asesino lo consiga esta chusma misógina y fascista. Es la deuda eterna que tenemos con ella. Y la pagaremos con gusto.

                       DdA, XV/4360