viernes, 29 de noviembre de 2019

LA DEMOCRACIA Y LAS MULTAS REBAJADAS

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David M. Rivas

Los tribunales absuelven a Xabi Alonso de delito fiscal. Yo no sé nada del asunto, de sus posibles montajes por el mundo y de si lo que hizo es éticamente aceptable o reprobable. Pero sí valoro que Alonso sea el único futbolista que defendió su buen proceder legal, no se avino al pacto con la administración y se enfrentó a pena de cárcel. Eso es importante. Si hay un delito, se juzga, porque eso de “tú me das tanto y yo cierro el expediente”, que es lo más parecido a una indulgencia eclesiástica medieval previo pago por el pecado, no es de recibo. Claro que Alonso se puede permitir el lujo de revindicarse a sí mismo. Es que el estado recurre al miedo hasta en lo más pequeño. Si pagas la multa de tráfico te rebajan un 50 por ciento, pero si niegas la infracción no hay rebaja y te llevan a juicio o, como poco, a apuntártelo en tu declaración de la renta. Avenirse a lo que digan es garantía de tranquilidad y pagas menos de lo que acabarías pagando. Se resume en una frase típica: “no cometí ninguna infracción pero quinientos euros es menos que los dos mil que me podría suponer un abogado frente a un abogado del estado que también pago yo; y a la administración le cuestan lo mismo dos recursos que dieciocho”. La democracia también consiste en discutir sobre estas cosas. 

DdA, XV/4351

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