EL PACTO DE TOLEDO Y VOX

David M. Rivas

Hay en Europa tres tradiciones básicas constitucionalistas. Los alemanes crearon una norma básica militante, en la que quedan excluidos los grupos que pretenden subvertir o modificar radicalmente el ordenamiento. La España de los setenta no optó por esto. Los franceses realizan constituciones extensas pero con reformas posibles sin mayorías rayanas en la unanimidad, por si hay que enfrentarse a un futuro que, por definición, es incierto. Tampoco en España siguieron ese camino. Los ingleses no tienen constitución y fian a la tradición, y a la imaginación y la racionalidad supuestas a las personas para resolver problemas no previstos. Tampoco en España hicieron esto. Lo de Vox aprovechando la necesaria unanimidad para realizar una simple declaración acaba de empezar. Como pensaron que lo del PP y PSOE iba a ser eterno, aplicaron esa norma para todo caso. Pues recordemos algo “un poquito” importante: cualquier decisión sobre las pensiones públicas requiere tocar el Pacto de Toledo, para lo que se exige unanimidad.

 DdA, XV/4350