jueves, 28 de noviembre de 2019

EL BLOQUEO INSTITUCIONAL DE VOX A LA CONDENA DE LA VIOLENCIA MACHISTA


Félix Población

Comparto la opinión de Andoni Ortuzar, presidente del Partido Nacionalista Vasco, de que posiblemente en España no haya 3,6 millones de ciudadanos de ultrarderecha, pero el partido al que votaron sí lo es, y además sin ningún complejo, hasta el punto de situarse al margen de la Constitución vigente. 

Cuando la derecha reprocha a la izquerda hipócritamente acuerdos con Bildu, asumiendo por su parte entendimientos con Vox, está blanqueando al único partido que actualmente constituye un peligro para la democracia en España. Contribuyen a ese blanqueo aquellos medios audiovisuales que, aunque sea para criticar a Vox, no dejan de tener presente a este partido en su programa de debate político, aunque sea a costa de sus esperpénticos alardes negacionistas contra la violencia de género. 

Ayer, por ejemplo, asistimos a un hecho al que quizá no se le ha dado la significación debida, pero que debería encender todas las alarmas. Por un lado, el Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid se negó a reprobar la actitud y el discurso negacionistas de Ortega Smith el día anterior. Por otro, en tres Parlamentos de la nación, el de la carrera de San Jerónimo y los de Asturias y Andalucía, Vox se negó a firmar una declaración institucional contra la violencia de género, de modo que los partidos firmantes hubieron de leerla fuera de la sede institucional, salvo Ciudadanos y el Partido Popular, blanqueadores de Vox con sus pactos, que no pasaron de la firma.

Ayer, en una país con más de mil mujeres asesinadas a lo largo de poco más de quince años, la extrema derecha impidió que la institución democrática más representativa del Estado diera voz en su sede a esa explícita y necesaria condena. Me parece un flagrante pérdida de la soberanía popular, a juego con los objetivos perseguidos por un partido neofranquista y retrógrado.

PS. Recordaba Varoufakis que en Grecia el partido ultraderechista Amancer Dorado se hizo noche hasta apagarse gracias a la colaboración de los medios de información, que dejaron de prestarle atención. No parece que este sea el camino en España. Actualmente AD es un partido extraparlamentario, después de haber tenido importante representación parlamentaria no hace mucho.

                    DdA, XV/4350                

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