Félix Población
Pese a la torpeza de convocar unas elecciones generales casi coincidentes con la desmesurada sentencia del Procés, volvió Sánchez a celebrar la victoria de su partido en Ferraz, si bien con tres diputados menos y una ultraderecha en el Parlamento extraordinariamente crecida, gracias precisamente a los disturbios ocasionados en Cataluñua por la sentencia del Procés. Debería tenerlo en cuenta el indepentismo cerril en Cataluña: su actitud ha hecho renacer a la ultraderecha neofranquista en España, y eso lo podríamos pagar todos, con Cataluña a la cabeza.
Ayer en Ferraz, la militancia socialista reunida sustituyó el grito de "¡con Rivera no!" por el "¡con Casado no!", una vez consumado el gran derrumbe del partido naranja, cuyo líder lo ha conducido de ser alternativa de gobierno hace seis meses -a la que Rivera renunció buscando ser la copia de Vox- a los diez diputados con los que ahora cuenta y que todavía no le han hecho dimitir de inmediato. A esos gritos Sánchez ha respondido con la promesa de un gobierno progresista -"esta vez sí"-, sin que eso sea una garantía de que vaya a ser realizable.
Para ello deberá contar inevitablemente con su "socio preferente" tras los comicios de abril, con el concurso imprescindible de los partidos nacionalistas, que en el caso de Esquerra Republicana han perdido dos escaños en beneficio de la CUP. Teniendo en cuenta que ayer se registró una abstención mayor que en la pasada primavera, Unidas Podemos ha sufrido una pérdida de votos predecible si se considera que más de medio millón se han ido con el Partido de Errejón, que finalmente le ha servido a su lidercito para sacar su escaño y dos más (uno de Compromís), pero que con sus 577.055 votos hubiera colocado a Unidas Podemos por encima de Vox, con más de tres millones y medio de votos (3.674.240), aunque por debajo de su número de escaños, según la vigente e injusta Ley Electoral*.
El panorama con respecto a un gobierno progresista es peor que en abril, pero sigue siendo posible y más necesario aún. Los partidos nacionalistas catalanes van a volver a jugar en este sentido un papel decisivo, otra vez. No deberían seguir dando aliento con su necedad unilateralista a esa ultraderecha durmiente en la derecha española, amamantada en su seno corrupto, y cuyo despertar y pujanza -habiendo sido hasta hace un año un partido extraparlamentario- han sido ayer toda una señal de alarma para el provenir.
PS. ¿Debería "liberarse" Ciudadanos de la cerril veleta de Rivera y dar a Manuel Valls la posibilidad de hacer en el Congreso con Pedro Sánchez lo que su grupo hizo en el Ayuntamiento de Barcelona para que Colau fuera alcaldesa?
*Unidas Podemos cae tres diputados en el territorio andaluz: pierde un diputado en Cádiz, donde Más País le ha arañado 10.000 votos que, junto con la abstención, ha empeorado el rendimiento de la coalición de Iglesias. Pierde también la formación morada el escaño de Eva García Sempere en Málaga. La peor noticia llega en Huelva, donde la coalición se ha quedado a 218 votos de obtener un escaño.
DdA, XV/4335
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