lunes, 18 de noviembre de 2019

CADA VEZ SE HABLA MENOS DE POLÍTICA EN CATALUÑA


Lazarillo

Según la última encuenta del Centro de Opinión de Cataluña  (CEO), y ante la pregunta de si los catalanes se sienten libres para mantener coversaciones sobre cuestiones políticas, un 47,3 por ciento afirma que sí, pero solo con determinadas personas. La encuesta de la Generalitat también ha permitido saber que un 38 por ciento de los catalanes casi nunca habla de política con sus compañeros de trabajo o de estudio. En realidad, lo que se dice hablar de política a menudo solo lo hace el 17 por ciento de los ciudadanos de aquel país, algo que a todas luces parece un muy precario balance, cuya valoración dependería, sobre todo, de las cifras que se manejaban en Cataluña antes de lo que se viene viviendo allí en los últimos años y especialmente a partir del Procés secesionista. 
Es sumameente significativo y hasta cierto punto alarmante que la mayoría de la población en Cataluña no se sienta libre para hablar de política, porque la demoscopia viene a dar a entender que la gente tiene reserva a la hora de exponer sus criterios en una materia tan fundamental para la convicencia en democracia de una sociedad. Como apuntaba el director del diario La Vanguardia a propósito de este asunto, se empieza no diciendo lo que se piensa y se acaba renunciando a lo que se cree: "La buena salud de una sociedad depende en buena medida de nuestra disposición a defender nuestras opiniones, sin tener que soportar los abusos de quienes no piensan distinto". En España hubo un tiempo en que el miedo a hablar de política se debía a la carencia de libertad.

                        DdA, XV/4341                    

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