viernes, 11 de octubre de 2019

VESUBIUS EN LA CATEDRAL Y LA PRINCESITA DE ASTURIAS POR LLEGAR

 Me reconforta saber que mi estimado colega Jaime Poncela no puede evitarlo y que la actualidad le pincha y le encuentra siempre que la tiene cerca, como es el caso, y con la suficientes mollas de suculencia crítica como para hincarle el diente con la agudeza que en él suele ser habitual. De aquellos Artículos de Saldo que saltaron a libro hace unos años ha pasado Jaime a estos Escritos sin Categoría, que tienen como apertura el que se intitula ¡Vaya huevos, señor alcalde!, en referencia al de la capital del Principado, que quiere gestionar Oviedo como si fuera la Vetusta clariniana para no desmerecer de las ultraderecha que le asiste, rediviva y revival. A la Princesita de Asturias -escribe Poncela- "no hay que enseñarle la mierda de las uñas de Asturias": 


Jaime Poncela

Ha dicho el alcalde de Oviedo que los trabajadores de Vesuvius que están al borde de la nada tienen que manifestarse “otro día”; que no jodan la presencia de los Reyes en la catedral, coño (los exabruptos son míos). Ya puestos, el señor regidor podría haberle dicho a los capos de Vesuvius que presentasen el ERE “otro día”, pero esta frase no parece estar en su argumentario de este señor muy de derechas y muy de bien, que antes cierra tres fábricas que traumatiza a la princesa. El señor Canteli, que ostenta su dignísimo cargo con modales y dichos de cuñado, y pretende gestionar Oviedo como un club de campo o un casino provinciano, considera que como “Asturias se asoma al mundo” con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias, no es conveniente que anden por los altares dando la turra unos señores que , como mucho, se quedarán sin trabajo. A dónde va a parar, don Canteli, a la princesa no hay que enseñarle la mierda de las uñas de Asturias, solo debe ver gentes entusiasmadas que dejan para “otro día” sus terrores cotidianos, sus crisis permanente y su descenso a los infiernos. No en vano el señor edil ha publicado un bando que huele a naftalina y a huevos podres en el que pide al pueblo llano que reciba a sus altezas y majestades como es debido, nada de camisetas, petardos y faltas de respeto. Oviedo y yo somos así, señora, guardianes de las esencias y la educación esmerada.

Diga usted que sí, alcaldón, que a la capital se tienen que ir a hacer papeles y a honrar a los monarcas, no a montar broncas a la catedral. Porque “Asturias se asoma al mundo”, claro que sí, pero según don Canteli debe enseñar solo osos, montes y praos, piedras prerrománicas y otras bellezas. Asomarse al mundo para decir que vamos a echar el cierre porque somos la última mierda no entra en el guión. Para una vez que hasta el arzobispo Montes se comporta como un paisano y entierra sus obsesiones de clérigo trabucaire, va usted, don Canteli, y pierde la oportunidad de decir que la capital de Asturias es también la trinchera de los obreros, no solo la de los finísimos invitados a la cosa regia.

Al igual que el prior del Valle de los Caídos se opone a levantar la piedrona de Franco para llevar a otra parte la basura que hay allí, el alcalde de Oviedo se indigna cuando los obreros sin obra se meten en sagrado para que se sepa de lo suyo, para que el mundo vea como este paraíso esconde varios infiernos que deben ser mostrados al mundo, al Rey y a toda la parentela que se viene a pasear del Reconquista al Campoamor entre ciudadanos convertidos en cortesanos, que eso es lo que le gusta a Alfredo Canteli. El alcalde no quiere perder su minuto de gloria junto a sus majestades por culpa de unos obreros cabreados y si esto sigue así, los Premios Princesa de Asturias se entregarán en el Centro Asturiano, que tiene reservado el derecho de admisión, norma aún no establecida si en la catedral, ni en la ciudad de Oviedo. Todo se andará.

Decía José Luis Coll en su celebrado diccionario que un ovetense es alguien de huevos tensos. No sé cómo son los bajos del alcalde de Oviedo. Solo puedo decir que vaya huevos que tiene, señor alcalde. Solo le queda decir a usted que si los de Vesuvius quieren pedirle empleo a los Reyes, que se lo pidan a los Reyes Magos.

                       DdA, XV/4302                

1 comentario:

Unknown dijo...

Buen artículo.

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