¿QUÉ TEME PEDRO SÁNCHEZ DE UN CARA A CARA CON IGLESIAS?

Lazarillo

Hay algo en lo que estarían de acuerdo todos los ciudadanos de este país y que, debiendo ser posible y hasta obligatorio, no va a tener lugar por segunda vez antes de unas elecciones generales y con los mismos contendientes. Si en las de abril la pugna entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias por el voto de la izquierda era un requisito fundamental para que los electores tuvieran ocasión de comparar y elegir el discurso que más les convenciera, un debate entre los mismos protagonistas ahora sería más que indispensable. En este caso, a la pugna electoral se le uniría la necesidad de clarificar y contrastar los puntos de vista de uno y otro sobre las fracasadas conversaciones para un gobierno de coalición. Sin embrago, como en la pasada convocatoria de hace siete meses, el comité electoral del PSOE ha decidido que su candidato a la Presidencia del Gobierno y actual presidente del Gobierno en funciones solo participe en un único debate televisivo a cinco el 4 de noviembre. Dicho comité sabe, por lo tanto, que si un debate entre Sánchez e Iglesias en abril hubiera sido lesivo para su candidato, mucho más lo sería ahora con el precedente y la responsabilidad que le cabe a don Pedro en que España no haya tenido un gobierno de coalición progresista. Solo así se entiende lo que por segunda vez va a ocurrir.

Léase@también: El seductor Errejón y doña Inés, por Martín Medem en Público: "Quienes el 10 de noviembre introduzcan en las urnas la papeleta de la candidatura en Madrid de Más País, encabezada por Iñigo Errejón, supuestamente verde y anticorrupción, estarán votando a Inés Sabanés, anunciada como tercera de esa lista y protagonista destacada en la aprobación (2001) de la recalificación de los terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, el gran pelotazo urbanístico de Florentino Pérez. Creo que Errejón tenía entonces 18 años y es posible que no recuerde bien aquel acontecimiento".

                 DdA, XV/4295