viernes, 20 de septiembre de 2019

SÁNCHEZ Y ERREJÓN, ESE PAR DE FELONES


Félix Población

Nada más acceder a La Moncloa, gracias a la colaboración determinante de Unidas Podemos, Pedro Sánchez se apresuró a cambiar el colchón de su dormitorio. Ayer, en una de esas entrevistas asertivas que le prepara La Sexta en la persona de Ferreras -muy distinta a la que la televisión pública estatal le planteó a Irene Montero por la mañana-, el presidente del gobierno en funciones manifestó que le produciría insomnio la presencia de Unidas Podemos en el gobierno*. 

No se puede ser más impresentable en calidad del cargo que ocupa -gracias a Unidas Podemos-, porque Sánchez está en donde está representando a todos los ciudadanos de esta nación, y en los últimos meses se ha servido de su posición al frente del ejecutivo en funciones para tramar lo contrario de lo que simulaba, ateniéndose de modo exclusivo a los intereses de su partido y no a los del país ante una posibilidad histórica.

El engaño, la artimaña, la burla, el embeleco, la argucia y el talante de trilero  que no pocos electores habrán observado en el comportamiento de Pedro Sánchez  desde el pasado mes de julio no forman ni formarán parte del cuestionario que le presenten los periodistas de los grandes medios de comunicación. Tampoco, haciendo un poco de memoria, las flagrantes contradicciones en las que ha incurrido don Pedro desde antes y después de aquella sonada entrevista con Jordi Évole en 2016 con respecto al partido morado. 

Lo del presidente del gobierno en funciones con relación a la posibilidad de un gobierno de coalición se resume con una palabra: felonía. A él y a nadie más que a él le debe afectar el fracaso en la formación de ese gobierno, porque a más poder le corresponde mayor responsabilidad, porque dilató los plazos a propósito por dos veces por si la derecha se repensaba la investidura gratuita, porque ofreció a su "socio preferente" y al poco hizo caducar una oferta que sí era negociable, y porque el objetivo "Redondo", a fin de cuentas, era el que ha sido.

Y hablando de felones, nada me ha extrañado que tanto Ferreras ayer como Barceló esta mañana en la SER resucitasen la figura del ahijado de Carmena, el felón del cenáculo de las empanadillas, al que la mayoría de los medios de comunicación prestarían una campaña electoral gratuita con tal de minar a la única personalidad con dignidad y coherencia en el actual panorama político español. 

Barceló destacó hoy de la entrevista en La Sexta las palabras de Pedro Sánchez con relación a Errejón, valorando las diferencias que le separan con Iglesias y lo hacen más afín. Eso no hace más que situar a los dos, don Pedro y don Íñigo, en el mismo campo de la felonía, por traidores a sus bases y a la palabra dada. 

*Hago mío el irónico comentario al respecto de mi amigo Goti: Entiendo que el Presidente en funciones duerme a pierna suelta mientras aumentan los asesinatos de mujeres, se deteriora la Sanidad Pública, crecen los niveles de pobreza, o los problemas medioambientales son cada vez más preocupantes. Eso sí, si llega a tener que compartir el gobierno con Unidas Podemos, entonces se pasaría la noche en vela contando ovejitas.

                       DdA, XV/4282                  

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