Lazarillo
Como ciudadano de Valladolid, si lo fuera, yo estaría muy avergonzado de que me representara su alcalde, no se qué Puente, que se ha portado en la casa de todos los españoles -eso se dice que es el Congreso de los Diputados- como un adolescente traviesillo y gilipollas, capaz de vulnerar sus normas. El tipo ha visto a dos adversarios políticos, Iglesias y Rivera, tomarse un café juntos en la cafetería, y les ha tirado una foto con el móvil, sabedor de que eso está prohibido. Como su objetivo era difundirla, lo hizo en Twitter, para que todo el mundo de su cuerda viera que tras las bambalinas gustan del contubernio conspiranoico los que en la tribuna escénica se canean. Y en vez de pedir disculpas el sujeto, o pedirlas su partido (PSOE) en su defecto, el tipo va y la recaga con más énfasis diciendo que, por farsantes, a los farsantes hay que denunciarlos, y que eso fue lo que pretendía. Este es el tipo de personal con el que el PSOE ha llegado a la alcaldía de una ciudad importante de nuestro país. Más que vergüenza da un poquito de asco, ¿no?De disculpas tampoco sabe su jefe, claro.
DdA, XV/4281
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