Alejandro Álvarez
Pedro Sánchez, en 2016, dirigiéndose a Rajoy desde la tribuna del
Congreso, dijo con énfasis: "El candidato de la primera fuerza política
es incapaz de lograr los apoyos que le permitan ganar la investidura. Y
esa incapacidad, señor Rajoy, es exclusivamente suya". ¿Os acordáis?
(Podéis encontrar esta intervención en Internet).
Ahora, dirigido por su asesor de cabecera, el señor Iván Redondo (*), Pedro Sánchez ha cambiado "el relato" y considera que la culpa de que el "candidato de la primera fuerza política (o sea, él) sea incapaz de lograr los apoyos que le permitan ganar la investidura" es .... tatatachán.... ¡Exacto!... ¡¡de todos menos suya!!. ¿Qué os parece? ¿Es para comérselo a besos o dan ganas, muchas ganas de botarlo (sí con "b")? Ya me diréis.
Ahora, dirigido por su asesor de cabecera, el señor Iván Redondo (*), Pedro Sánchez ha cambiado "el relato" y considera que la culpa de que el "candidato de la primera fuerza política (o sea, él) sea incapaz de lograr los apoyos que le permitan ganar la investidura" es .... tatatachán.... ¡Exacto!... ¡¡de todos menos suya!!. ¿Qué os parece? ¿Es para comérselo a besos o dan ganas, muchas ganas de botarlo (sí con "b")? Ya me diréis.
NOTA
(*): Seguramente todas y todos sabéis que Iván Redondo es ese asesor
político de sólidos principios "dinerarios" (no, no seáis malpensados;
no me refería a principios éticos, políticos, ideológicos o tonterías de
esas, sino a lo sustancial para él), asesor con sólidos principios,
digo, que antes llevó a Albiol a la alcaldía de Badalona con un relato
fascistoide y claramente racista y luego asesoró a Monago en la Junta de
Extremadura para justificar aquellos viajes pagados con dinero público
que no había forma de justificar. Ivancito (si lo conocéis,
comprenderéis que le tenga cariño y use el diminutivo afectivo) cree que
en la accion política no hay que preocuparse de si la gente tiene
empleo, o llega a final de mes, o tiene vivienda, o le quitan el piso o
la luz y el gas, o si hay educacion y sanidad de calidad para todas y
todos, o si los dependientes tienen o no ayudas, o si los ricos pagan
impuestos o defraudan, o de si la banca nos roba, etc. Eso son minucias
sin importancia. Para él lo esencial es "tener un buen relato" (o sea,
contarnos un buen cuento) para engañar al personal. Ahora Pedro Sánchez
es cliente suyo y se siente tan contento con sus consejos que lo ha
nombrado Jefe de Gabinete e incluso miembro del equipo negociador con
Unidas Podemos. Ivancito ha convencido a su cliente Pedrito de que lo
importante es el relato y Pedrito (¡¡cómo me recuerda este nombre a uno
de un cuento!!) se ha puesto como un loco a contarnos cuentos. Pero yo
(debe de ser que soy mayor) ya estoy convencido de que el lobo es él.
¿Vosotras y vosotros?
DdA, XV/4282
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