Pablo Iglesias
Hace 19 años jóvenes de todo el mundo nos dimos cita en Praga para denunciar los peligros de la globalización neoliberal.
Hoy acudo a manifestarme por primera vez con mi hija en brazos,
apoyando la movilización a la que nos han convocado jóvenes de todo el
mundo, que nos están diciendo que no hay un planeta B, que nuestra
generación no tiene derecho a dejarles un planeta peor que el que nos
encontramos, y que ya no es tiempo de declaraciones y buenas palabras,
sino de hechos.
Como las movilizaciones de Seattle, Praga o Génova hace casi 20 años,
esta es una movilización histórica porque está planteando algo que es
clave: que lo fundamental para hacer frente a la crisis climática es
transformar un sistema económico descontrolado que pone siempre el
beneficio de una minoría muy poderosa por delante del interés general y
del bienestar de la mayoría, incluso a costa de destruir el único
planeta que tenemos. Más del 70% de las emisiones contaminantes en todo
el planeta son responsabilidad de solo 100 grandes empresas. Y esas
empresas pueden comprar a gobiernos y medios de comunicación.
Creo que los jóvenes hoy están dando una lección de compromiso a todos los que dicen que la juventud no se interesa por la política, y nos están señalando el camino de la lucha frente a la emergencia climática, que es el camino de la transformación del sistema económico para poner el bienestar de las personas y del planeta por delante del beneficio económico de unos pocos.
La política no va sólo de partidos y campañas sino sobre todo de identificar al poder y las injusticias. Por eso vamos a apoyar la lucha de estos jóvenes, que es, seguramente, la lucha más importante de nuestra época; y vamos a usar toda la fuerza que nos dé la gente para defender en las instituciones propuestas como una Empresa Pública de Energía que asuma la tarea de hacer la transición ecológica, como cerrar de una vez las puertas giratorias para que las grandes empresas energéticas no se puedan seguir comprando a políticos, como las medidas contra la contaminación en las ciudades, como blindar el carácter público del agua, como la rehabilitación de viviendas para que sean eficientes energéticamente o como un parque de automóviles 100% eléctrico y una energía 100% renovable en España en 2040.
Por eso los poderosos seguirán intentando alejarnos del gobierno. Porque para nosotros la lucha de estos jóvenes no es un conjunto de buenas intenciones despolitizadoras, sino política de verdad.
Ojalá los sueños de la juventud no dejen dormir a los mayordomos del poder.
Creo que los jóvenes hoy están dando una lección de compromiso a todos los que dicen que la juventud no se interesa por la política, y nos están señalando el camino de la lucha frente a la emergencia climática, que es el camino de la transformación del sistema económico para poner el bienestar de las personas y del planeta por delante del beneficio económico de unos pocos.
La política no va sólo de partidos y campañas sino sobre todo de identificar al poder y las injusticias. Por eso vamos a apoyar la lucha de estos jóvenes, que es, seguramente, la lucha más importante de nuestra época; y vamos a usar toda la fuerza que nos dé la gente para defender en las instituciones propuestas como una Empresa Pública de Energía que asuma la tarea de hacer la transición ecológica, como cerrar de una vez las puertas giratorias para que las grandes empresas energéticas no se puedan seguir comprando a políticos, como las medidas contra la contaminación en las ciudades, como blindar el carácter público del agua, como la rehabilitación de viviendas para que sean eficientes energéticamente o como un parque de automóviles 100% eléctrico y una energía 100% renovable en España en 2040.
Por eso los poderosos seguirán intentando alejarnos del gobierno. Porque para nosotros la lucha de estos jóvenes no es un conjunto de buenas intenciones despolitizadoras, sino política de verdad.
Ojalá los sueños de la juventud no dejen dormir a los mayordomos del poder.
DdA, XV/4289
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