De todas las capitales englobadas en en esa arbitrariedad llamada Comunidad de Castilla y León, quizá sea Salamanca -Ciudad Patrimonio de la Humanidad- la que más destartalado y peor cuidado tiene el paseo del río, que en este caso es el Tormes, cuyo predicamento literario es obvio. No creo qu reparen en ello la peña de jovenzuelos que han dejado esta mañana prueba fehaciente de su guarrería (acción sucia, propia de una persona guarra) en ese paseo, según se advierte en la imagen, con dos papeleres a su disposición. Claro que -se objetará- una de ellas estaba llena y la otra casi, sin que los servicios municipales hayan cumplido con su deber. Eso hace que se repartan la culpas entre los jóvenes del botellón, que se podría llevar sus deshechos consigo, y la falta de atención o desidia que afecta al Ayuntamiento de la ciudad, remiso en atenciones fuera del barrio antiguo, que es el que luce en las postales. No hace falta que les asegure que el espectáculo, a primera hora de la mañana, amargó el tránsito en bicicleta de este Lazarillo. Si hay mierda en nuestra calles es porque hay muchos mierdas de paseo y otros gobernando.
DdA, XV/4276
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