Cuando se haga la deplorable historia del olvido que ha pesado y pesa sobre los muertos sin sepultura, víctimas de la represión ejercida por las tropas del dictador que gobernó España durante casi cuatro décadas, Ascensión Mendieta tendrá un lugar preferente como símbolo de una lucha por la verdad, justicia y reparación de todas esas víctimas, entre las que se encontraba su padre. Acaba de fallecer Ascensión, pero antes logró el objetivo que se había propuesto: inhumar dignamente los restos mortales de su progenitor, con los que reposarán finalmente los suyos en el cementerio civil de Madrid, tal como quiso. Como dice Emilio Silva, su ejemplo deja en evidencia la impunidad del franquismo y el desamparo en que han vivido y siguen viviendo muchas de sus víctimas:
La
muerto Ascensión Mendieta. En la imagen está velando el cuerpo de su
padre, Timoteo Mendieta, después de una enorme lucha por encontrar su
cuerpo e identificarlo. Ningún Gobierno la ayudó a darle una sepultura
digna. De niña tuvo la desgracia de abrir la puerta de su casa a los
asesinos de su padre y decirles que estaba durmiendo la siesta.
Tuvo que soportar a presidentes y ministros diciendo que la sociedad ya
se había reconciliado, que las víctimas ya estaban reparada, incluso
a un portavoz del PP, Rafael Hernando, diciendo que había personas que
sólo se acordaban de sus padres cuando había subvenciones.
Pero el amor por su padre, la fuerza de su dignidad y la lucha
incansable le hizo seguir adelante. Cumplió 88 años a bordo de un avión
que la llevó a Argentina donde pidió la justicia que nadie de daba en
España. Así consiguió que desde Buenos Aires se llevara a cabo la
exhumación de los restos de Timoteo, su padre, que fuera identificado y
que ella pudiera darle un entierro digno en el cementerio civil de
Madrid.
Su ejemplo deja en evidencia la impunidad del franquismo y el desamparo que han vivido y viven muchas de sus víctimas.
Su ejemplo deja en evidencia la impunidad del franquismo y el desamparo que han vivido y viven muchas de sus víctimas.
DdA, XV/4278
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