Lazarillo
Con el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Madrid, como consecuencia del aprovechamiento que la derecha tripartita hizo de la división propiciada por la alcadesa Carmena y su ahijado político, lo que en primera instancia va a propiciar el nuevo alcalde es que los madrileños vuelvan a respirar mierda. Le ha faltado tiempo a Martínez Almeida, el nuevo alcalde del Partido Popular gracias a la extrema derecha y los "regeneradores" Ciudadanos, para poner en marcha la paralización temporal de Madrid Central, que de modo tan efectivo había reducido la grave contaminación atmosférica y las enfermedades que de ella se derivan en la capital de España. Es posible que la Unión Europea sancione al Ayuntamiento de Madrid con multas millonarias si la cerrazón de Almeida persiste y su empecinamiento por volver a enfangar la ciudad en una atmósfera lesiva no tiene cura. ¿Se imaginan la valoración que harán las autoridades europeas de un país en el que, por estúpidos criterios ideológicos, unos partidos no sólo se empeñan en suspender las buenas medidas acordadas por otros en pro de la salud de los ciudadanos, sino que se arriesgan además a ser sancionados por ello? ¿Tal es el peso de las cuatro guerras civiles que soportó España desde el siglo XIX? Ochenta años después de la última de esas contiendas, inciada por la vieja extrema derecha, la nueva contagia de guerracivilismo a la derecha, al tiempo que de estupidez.
DdA, XV/4215
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