Félix Población
Está muy calladito el presidente del gobierno en funciones desde al menos las pasadas elecciones del 26 de mayo. Se acerca el día de la investidura y Sánchez mantiene un silencio que cada jornada que pasa nos parece más sonoro. La misma actitud está manteniendo quien debería ser su socio clave para que esa investidura fuese un hecho, Pablo Iglesias, ocupado en este caso en la celebración el próximo sábado del Consejo Ciudadano de su partido.
Iglesias llega a esta cita tras la "oportuna" autocrítica exhibicionista del artículo de Ramón Espinar en un medio de información, sobre la que no se ha dejado de hablar en contra del líder de Podemos desde entonces, según es costumbre cada vez que un militante del partido morado se ofrece para estas ocurrencias, tan lesivas para la formación a la que dicen defender...hasta que fundan otra. Lo mismo les ocurre a los anticapitalistas del sur, como si el Ayuntamiento de Cádiz les hiciera olvidar los desastrosos resultados electorales de las autonómicas en Andalucía.
Sánchez e Iglesias van a necesitarse en los próximos días, pero no parece que haya diálogo alguno entre ellos. Estoy seguro de que el primero no tiene en perspectiva consultar con las bases (¡con Rivera no!) para formar su gobierno (en solitario, colaborativo o en coalición), pero puede que el segundo sí deba hacerlo para dirimir en qué condiciones se ha de aceptar o no la investidura de Sánchez.
No parece que unas nuevas elecciones sea el mejor camino para ninguno de los dos partidos. El cansancio del electorado se haría notar en la abstención, y ya sabe que la izquierda se resiente en estos casos. Iglesias habló de llevar las negociaciones con discreción y paciencia. ¿Cabría pensar que uno y otro están siendo tan celosos con la discreción como para haber obtenido este silencio mediático?
DdA, XV/4191
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