sábado, 18 de mayo de 2019

¿Y SI ZAMORA TUVIERA UN ALCALDE POETA QUE LA HICIERA CIUDAD DE ARTE Y CULTURA?


Félix Población

Ayer estuve en el mitin del más carismático líder que sigue teniendo este país, aunque no se le reconozca. Procuré al hacerlo, en la pequeña ciudad de Zamora, que mis simpatías hacia su persona e inteligencia política no alterasen la objetividad de esta crónica. Para ello era preciso tener en cuenta, como base, lo que ese evento tenía de comparable con la presencia de ese mismo político en esa misma ciudad hace cuatro o cinco años, cuando su partido acababa de nacer con un indudable impacto mediático y público en la aletargada vida política. 

El mitin se celebró entonces en un espacio abierto, con una presencia masiva de público. El de ayer tuvo como escenario un recinto cerrado, el salón de actos de Campus Viriato, con el aforo a tope y muchos asistentes de pie. La conclusión, una vez tomado el pulso al ambiente entusiasta que se vivió en las dos ocasiones, es que Pablo Iglesias sigue contando en Zamora con esa clase de ciudadanos totalmente identificados con el discurso de su líder y una fidelidad inquebrantable a Podemos por encima de todos los errores que pudo haber cometido el partido morado en estos cinco años, con el más grave de todo ellos gestado en su propia casa. (¡Quién lo iba a decir con tantos y tan poderosos adversarios fuera!).

Lo de ayer en Zamora, como lo de hace un lustro en esa misma ciudad del viejo reino de León, es un capital impagable de adhesión al proyecto que encabeza Iglesias porque no lo tiene hoy en día en este país ningún otro partido político, según recordó ayer Pablo Fernández, candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Para que todo siga siendo así, es de vital importancia, ante la posibilidad de ese gobierno de coalición del que cada día se habla más, que Unidas Podemos sea una garantía (de cambio) para que en ese previsible gobierno se respeten los derechos sociales, como afirmó Iglesias. Para ello será preciso que el artículo 128 de la Constitución sustituya como artículo de moda al 155 impuesto por Mariano Rajoy, según dijo ayer también el líder del partido morado:

" 1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. 2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general".

Igualmente, Pablo Iglesias expresó ayer el presentimiento de que Zamora pueda tener en los próximos años un alcalde poeta en la persona de Fernando Martos, que quiere hacer de la pequeña ciudad -cantada y encantada por ese evocador río Duero que desde siempre parece que lo reclama como caudal de historia y romance- un ámbito de arte y cultura, que la haga sonora y creativa como lugar de reflexión, exposición, difusión y encuentro en el que la cultura de base popular se conjugue con los espectáculos y conciertos de reconocido prestigio.

Para lograr esos objetivos es preciso contar con una ciudadanía consciente y entregada a esos valores que, como recordó Martos ayer, sea capaz de comprometerse con la causa del mismo modo que lo hizo hace años al ocupar el viejo cuartel Viriato para hacer de ese extenso solar el recinto universitario del que disfruta hoy Zamora.

                  DdA, XV/4173                 

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