Aparte del buen vino de sus muchas bodegas, con unas no menos apetitosas tapas, la ciudad de Toro ofrece a quienes tengan la curiosidad de visitar su preciosísima colegiata de Santa María imágenes como las que sirven de sustentación a una de las cuatro esculturas sobredimensionadas de las columnas traseras de la nave central, en concreto la de San Gabriel, realizada en piedra arenisca policromada. Apoyadas en la ménsula, configuran una representación de la creación de Eva y me parecen de un naif primoroso, propio del siglo XIII, pero ya con un cierto dinamismo en expansión. De
la costilla de un Adán durmiente nace Eva en actitud orante mientras su
creador asiste reflexivo al milagro. ¿Transmite la actitud divina una cierta idea misógina propia de la interpretación que el Libro de los libros dio al protagonismo de la primera mujer en el Paraíso? Una delicia. Añado la foto del
conjunto para que el lector no tenga que imaginarla.
DdA, XV/4161
No hay comentarios:
Publicar un comentario