Nel Cañedo se dedica a elaborar en la localidad que lo nombra uno de los grandes queso asturianos, el Gamonéu, de obligada degustación previa adquisición sin fraude, en una majada que lleva por nombre Soñín. Cañedo se acaba de hacer muy popular gracias a su sentido común, la forma de expresarlo y el contenido de su mensaje en vídeo a modo de réplica a la noticia publicada en el diario La Nueva España sobre un hotel rural en la localidad asturiana de Soto de Cangas.
Indispensable escucharlo. Él lo cuenta así: "Al lado de su hotelito rural [en referencia al propietario del mismo que denunció la circunstancia] había un gallinero con unos gallos. Y claro, los gallos cantan. Kikiriki, kikiriki. Son el despertador de la naturaleza.
Y a los inquilinos del hotelito rural les molestaba el canto de los
gallos porque cantaban a horas intempestivas. ¿Horas intempestivas qué
horas son, majos? Porque una hora intempestiva para mí son las tres de
la mañana, cuando los inquilinos de la casa rural están en el jardincito
chunda-chunda... Que un pollo cante a las seis es lo normal. ¿Para qué
venís a un pueblo a hacer turismo rural?".
Es lo que comenta Nel, licenciado en Historia, indignado también con la noticia publicada en el diario La Nueva España porque cree, y la naturaleza lo asiste, que un juez no debería obligar a cerrar un gallinero porque haya gallos en el corral, dado que lo normal es que haya gallos en los pueblos. El pastor de Gamoneu no deja sin la correspondiente admonición al propietario del hotel rural: "Tú
tienes un hotel rural. Lo rural, en contraposición con lo urbano, tiene
unas características determinadas. Y entre ellas, que en los pueblos hay
gallos, y vacas. Y lo normal es que los gallos canten, las vacas caguen
y los tractores hagan ruido. Lo que tienes que hacer es invertir y
poner ventanas aislantes, y entonces no habrá problemas con el ruido".
He transcrito las palabras de Nel en castellano, pero hay un detalle que no les pasará inadvertido a los que escuchan el vídeo y por lo que posiblemente se ha hecho viral: Lo que da fuerza, acento y singularidad a lo que el pastor comenta es la forma en que lo hace, utilizando expresiones propias del asturiano que refuerzan la idiosincrasia e indignación de su mensaje, hasta el punto de que éste no sería el mismo sin el uso de esas expresiones, ni tampoco habría tenido tanta circulación por las redes.
En cuanto a la defensa del pastor del canto y libre albedrío canoro de los gallos en la naturaleza campesina, nada que objetar: Así ha sido y es desde que el campo es nuestra despensa, según leemos en el anónimo Cantar de Mio Cid, cuando el protagonista llega al convento de San Pedro de Cardeña, en donde está doña Jimena:
Apriesa cantan los gallos e quieren quebrar albores
Cuando llego a san Pero el buen Campeador
El Abad don Sancho cristiano del Criador
rezaba los matines a vuelta de los albores
Y estaba doña Ximena con cinco dueñas de pro
rogando a san Pero e al Criador
Tu que a todos guias vala mio Çid el Campeador.
Estoy deseando subir a conocer a Nel Cañedo Saavedra cuando vuelva por Asturias porque, con esa filosofía y ese talante, es muy posible que su queso gamonéu sea de toda confianza.
DdA, XV/4164
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