jueves, 16 de mayo de 2019

LA VICEPRESIDENCIA DEL AHIJADO POLÍTICO DE MANUELA CARMENA

Félix Población

Como en esta ocasión la campaña de las elecciones municipales y autonómicas ha coincidido con las festividad de san Isidro en Madrid, la mayoría de los partidos políticos no han tenido el más mínimo reparo en pasearse por la pradera del mismo nombre, haciendo uso del mantón de Manila las damas y de la chulesca parpusa a cuadros los varones, para así ganarse la simpatía castiza de aquellos ciudadanos que cifran en esa conmemoración religiosa y los sainetes de Arniches sus rasgos de identidad. 

De entre todos los políticos que se han arrojado a ese ruedo ibérico propio de una España confesional un tanto rancia, me ha causado especial patetismo un insulso trío de la extrema derecha, que se marcó unas torpes coplas muy depauperadas de ingenio satírico contra la alcaldesa de la villa y corte. Lo malo es que a ese trío risible se le unió en el ridículo la propia cocinera de las empanadillas de la traición, con invocaciones al santo para que sea generoso con Madrid y confidencias del propio Isidro instándola a que siga en el cargo, al que accedió gracias al partido del que renegó

Junto a Manuela Carmena se hallaba su devoto ahijado, fruto de la cena conspiratoria del tobillo roto, que desde que comulgó las empanadillas de la discordia en ausencia de su envidiado líder para mejor clavarle -por telefonía y sin dar la cara- el envenenado rejón, anda empeñado en no disonar en el peculiar dúo político que forma con su admirada madrina, convencido acaso de que también el santo labrador -vestido de Pablo Iglesias Posse- será benéfico con su candidatura a la presidencia del gobierno regional, para la que están contando madrina y ahijado con un apoyo mediático más descarado que ostensible.

Lo paradójico del caso es que el disidente de Podemos, responsable máximo de que el partido morado no haya obtenido mejores resultados en las elecciones generales del mes pasado, quizá tenga que requerir -para que la ambición que lo colma se cumpla- el concurso del partido al que tan alevosamente traicionó. Podría ocurrir que el Partido Socialista y Más Madrid (vistas las últimas encuestas) no lleguen a juntar los votos suficientes para ganar por ellos mismos a la derecha, algo que incluso podría no suceder con la unión al completo de la izquierda.

Doy por supuesto a estas alturas que entre esos dos partidos, si los números lo permiten, hay un acuerdo para repartirse la alcaldía de Madrid (Carmena prolongará su mandato, con el baloncestista Pepu Hernández de segundo) y la presidencia de la Comunidad, con el filósofo Gabilondo como jefe y el ahijado de doña Manuela a sus órdenes, in itínere para que Más Madrid se disuelva a no mucho tardar en el PSOE. Don Íñigo lograría así, a medio plazo, cotas políticas más altas, a juego con el proceder que le ha guiado hasta aquí.

PS. A propósito de la creación de una Concejalía de Empresas por parte de Manuela Carmena para la próxima legislatura, si volviera a ser alcaldesa, aconsejo la entrevista que Juan Carlos Monedero le hizo ayer  En la frontera a Carlos Sánchez Mato, candidato de Madrid en pie, donde nos habla de las regalías a las que podría dar lugar.

                    DdA, XV/4171                         

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