Ana Cuevas
Como
vivimos tiempos modernos, las estrategias políticas para epatar a los
incautos electores, pasan inevitablemente por las redes. La proyección
de una idea se plasma en un tuit o en un meme con más vertiginosidad que
un rayo. Que debe ser, más o menos, el mismo tiempo que meditan algunos
las gilipolleces que, al final, acaban transmitiendo.
Eso o
que sus perpetradores tienen el cerebro tan pasado de cocción que no dan
para más las criaturas. Pero, como dicen los optimistas, no hay mal que
por bien no venga. Por ejemplo, el caso del tuit por el que la propia
Warner (sí, sí, la de EEUU) le ha dado un toque a los chicuelos de VOX
por usar el Señor de los Anillos para ilustrar una idea muy loca sobre
su reconquista particular de las mancilladas tierras de España.
En
la imagen, un guerrero motorizado con la bandera española al dorso y la
espada en alto se lanza contra un grupo de orcos compuesto por
feministas, anarquistas, cualquier tipo de lo que consideran rojerío
general y, ¡cómo no!, el colectivo LGTBI al grito de: ¡Que comience la
batalla!
Todo muy épico. No se acaba de averiguar si el jinete
es Viggo Mortensen, Abascal o un imitador de Fredy Mercuri porque solo
podemos atisbar el porte varonil con el que acomete a las depravadas
hordas. En cualquier caso, el colectivo LGTBI ha decidido darle la
vuelta a la tortilla, y no va con segundas.
En escasas horas,
el azote del colectivo se ha convertido en un icono de resistencia que
ha recorrido las redes sociales: Ha nacido "Gaysper".
Como
habrán deducido, el nombre hace referencia a un híbrido entre un ser
homosexual y fantasmagórico. Lo que podría ser un giligay, pongamos
Mario Vaquerizo para que me entiendan. El simpático monigote ha
conseguido que fluya la imaginación de la gente y ya se habla de una
patrulla de cazafantasmas que anda reclutando brujas, maricones y algún
republicano experto en exorcizar espectros resilentes para devolver a
Gaysper a jugar con su amigo Gollum- Smith a meterse el anillo por
donde más les guste.
Lo que ignoraban estos muchachos de VOX
es que el colectivo LGTBI tiene las gónadas peladas ante semejantes
sandeces y han recurrido al humor para devolver la embestida de los
machos alfa. Ahí reside su fuerza. Cuando se tienen neuronas no se
necesitan pistolas ni desempolvar el acero de don Pelayo para blandirlo
frente tus propios ectoplasmas.
¿Está feo el tuit?. Cuestión
de gustos. Pero mola mazo que el día del Orgullo "Gaysper" será uno de
los personajes que presidan las carrozas que celebran la libertad para
amar.
Además, tengo la teoría de que la estética de Santi y
sus boys se aproxima peligrosamente al prototipo de eso que tanto dicen
denostar. Esa barbita meticulosamente recortada, esa camisa abierta
luciendo pecho lobo y abdominales ganados a pulso en el gimnasio (el
único sitio donde ha sudado de verdad el pájaro), esa virilidad
impostada... ¡En fin! que yo no digo nada pero parece que la moto del
tuit también pierde algo de aceite.
De ser así, no renunciéis a
la felicidad amigos de VOX. "Gaysper" es vuestra oportunidad para salir
del armario y enfrentaros a vuestros ancestrales miedos. Ya habéis
salido del sarcófago y plantado 24 fantasmas en el parlamento. Dad otro
paso adelante ¡Sed valientes!
¿Quién sabe? De vivir ahora don
Pelayo quizás se hubiera unido al arco iris y estaría casado con un
emigrante magrebí. El mundo ha evolucionado mucho desde aquella época.
Solo los fantasmas siguen atrapados en un pasado tenebroso donde se
demoniza al diferente.
Si cambiáis de idea, yo misma os
confecciono una carroza donde podáis sacar vuestras reinonas reprimidas,
aunque sean del siglo octavo, para que probéis un pequeño de soplo de
alegría exento de odio. La libertad sienta de miedo. No tiene que dar
miedo.
DdA, XV/4156
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