Lazarillo
Es para este Lazarillo un placer compartir con los lectores de este modesto DdA la noticia que hoy da el historiador Ángel Viñas en su blog: uno de nuestros más prestigiosos investigadores de la segunda República y la Guerra de España recibió recientemente en Guernica el premio Guernica por la paz y la reconciliación, ex aequo con el profesor Sir Paul Preston y Xabier Irujo, y también el comisario europeo para la Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides. En la anterior ocasión recibieron el premio el director de orquesta Daniel Baremboin y Helena Maleno, activista española por los derechos humanos.
Mi enhorabuena a todos, pero no sólo por darla escribo estas líneas, sino por lo que comenta Viñas acerca de uno de los eventos que se celebran estos días en quella histórica ciudad: la inauguración formal de un refugio (un búnker) construido para que en él se refugiaran los obreros de los Talleres de Gernika, uno de los dos establecimientos fabriles con que en 1937 contaba la localidad. "Se ha abierto y renovado para señalar como estaba en aquella fecha gracias a la generosidad de los propietarios del establecimiento. Podemos imaginar cómo estaría la gente en él apretujada bajo el sonido estridente de las sirenas de alarma y el polvo que se desprendiera del techo, sin apenas luz". La reflexión del historiador me hace recordar la necesidad de terminar de acondicionar e inaugurar de una vez el refugio antiaéreo sito en el puerto interior de Gijón, la ciudad más largamente bombardeada del norte de España por parte de la Legión Cóndor nazi y el crucero faccioso Almirante Cervera. De significar que en el País Vasco desapareció la ultraderecha y hasta la derecha nacionales en las pasadas elecciones, mientras el Ayuntamiento de Gijón lo preside una alcaldesa que estuvo en la foto de la Plaza de Colón con el trifachito.
Mi enhorabuena a todos, pero no sólo por darla escribo estas líneas, sino por lo que comenta Viñas acerca de uno de los eventos que se celebran estos días en quella histórica ciudad: la inauguración formal de un refugio (un búnker) construido para que en él se refugiaran los obreros de los Talleres de Gernika, uno de los dos establecimientos fabriles con que en 1937 contaba la localidad. "Se ha abierto y renovado para señalar como estaba en aquella fecha gracias a la generosidad de los propietarios del establecimiento. Podemos imaginar cómo estaría la gente en él apretujada bajo el sonido estridente de las sirenas de alarma y el polvo que se desprendiera del techo, sin apenas luz". La reflexión del historiador me hace recordar la necesidad de terminar de acondicionar e inaugurar de una vez el refugio antiaéreo sito en el puerto interior de Gijón, la ciudad más largamente bombardeada del norte de España por parte de la Legión Cóndor nazi y el crucero faccioso Almirante Cervera. De significar que en el País Vasco desapareció la ultraderecha y hasta la derecha nacionales en las pasadas elecciones, mientras el Ayuntamiento de Gijón lo preside una alcaldesa que estuvo en la foto de la Plaza de Colón con el trifachito.
DdA, XV/4155
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