Félix Población
Así de llena está la memoria que quisieron enterrar en el olvido para preservar la impunidad de los verdugos y hacer de sus víctimas y de quienes las lloraron un ignominioso y largo silencio. Más de una vez me pregunté si en los terrenos que delimitan la zona protegida de Atapuerca, con sus excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos -mundialmente reconocidos nada menos que como Patromonio de la Humanidad-, no era también posible que, al lado de los restos humanos más antiguos de la península ibérica (800.000 años), estuvieran los de aquellos otros seres humanos asesinados por el franquismo hace algo más de ochenta años.
Y en efecto, el gran cementerio clandestino que los vencedores de la Guerra de España extendieron por todo el país com0 legado de su barbarie tiene también en esa zona su fosa común. Los trabajos de exhumación comenzarán el lunes que viene, según la noticia publicada por la agencia EFE, si las condiciones meteorológicas lo permiten. Informa la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica que desde el pasado 18 de abril se han realizado en el lugar algunas catas que finalmente han dado resultado positivo en una zona situada entre el yacimiento prehistórico de 'La Paredeja' y la N-120 (Burgos-Logroño).
Se
han confirmado así las previsiones de la coordinadora a partir de
documentos de la cárcel de Burgos y la siempre valiosa memoria oral -cada vez con menores fuentes- de los testimonios recogidos en la zona y
entre los descendientes de quienes se supone que fueron fusilados y
enterrados en la fosa. Se trata de siete personas que estaban presas en la cárcel de Burgos, de donde se las debía trasladar en agosto de 1936 a la prisión de Pamplona, sin que nunca llegaran a su destino.
Leí en su día que gracias a las investigaciones hechas en la Sima de los Huesos de Atapuerca, se supo que los humanos practicaban ritos funerarios hace más de 400.000 años. No
eran sapiens, la especie de la que derivamos ya que
por aquel entonces aún no había surgido en la tierra, pero también eran
homínidos. Podría tratarse de representantes del Homo Heidelbergensis, los antecesores del neandertal, que vivían en la sierra
burgalesa de Atapuerca hace entre 400.000 y 450.000 años y que ya
honraban a sus muertos. Esta hipótesis, defendida por los
investigadores del yacimiento, se vio reforzada con el hallazgo de
una falange distal en la Sima de los Huesos, donde se acumula la mayor
colección de fósiles humanos de la historia.
Honrar a los muertos es lo que se va a hacer por fin ahora, transcurridos más de cuarenta años desde la muerte del dictador, con esas siete víctimas del franquismo que fueron enterradas como bestias por sus verdugos hace más de ochenta para que fueran olvidados los crímenes y vivieran impunes quienes los cometieron.
DdA, XV/4152
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