A mi estimado paisano y colega Gregorio Morán hay que tenerlo en cuenta siempre, y mucho más cuando sus opiniones lindan con la política, los centros de poder y los medios de comunicación. A Morán no se le podía escapar el diálogo sostendio por Ferreras el de La Sexta y Pablo Iglesias a cuenta del excomisario en prisión, Villarejo, y las cloacas del ministerio del Interior en tiempos de Férnández Díaz. Pretendieron entre unos y otros enfangar al secretario general de Podemos, un partido limpio de corrupción y con una trayectoria impecable en medio del lodazal que afectó al bipartidismo hegemónico tantos años, y ese diálogo no podía ser de distinto modo al que fue y que, según Morán, en un país normal y no dominado por los bajos fondos, habría
provocado páginas y comentarios: "Ferreras dice con voz entrecortada -escribe Gregorio- : “Yo solo vi a Villarejo tres
veces”, pero lo hace con la misma consistencia con que hubiera dicho
treinta y tres. Ahora bien, lo que nadie le ha preguntado a Ferreras, y
sí lo hubiera hecho con cualquier líder político, es para qué te has
entrevistado tres veces o treinta y tres con un veterano de los bajos
fondos. Para darle tú información o para que te la diera él. Nadie toma
café con un delincuente para preguntarle cómo anda de salud y qué tal le
va con su mujer, Gemma Alcalá, si no tiene en la mente otras
intenciones". Pues eso.
DdA, XV/4142
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