Lazarillo
Lo primero que llama la atención del pavoroso incendio que sufrió ayer una de las catedrales más bellas del planeta, la de Notre Dame de París, es que las causas apunten a las obras de restauración que se llevaban a cabo en el maravilloso edificio gótico y que a la hora en que se inició el fuego (siete menos diez de la tarde) los operarios no estuvieran ya trabajando. También había concluido el horario de visita para los turistas, según leo en Infobae. A medida que se consumía la gran estructura de madera que conformaba el techo de la catedral, todo un bosque interior de roble con grandes vigas centenarias, las especulaciones entre los medios de comunicación franceses no apuntaban únicamente a esas obras de restauración como origen de la catástrofre que ha conmovido a Francia y al mundo.
Aunque los informativos en España se centraban en esa única hipótesis, en el vecino país y en su capital se recordaba que hace un mes tan sólo la iglesia de Saint-Sulpice, levantada en el siglo XVII, sufrió también un incendio cuyas causas se siguen investigando. Un artículo publicado por el diario conservador Le Figaro el pasado 28 de marzo se refería a la ola de vandalismo que afecta a tres iglesias francesas cada día. Entre ellas se cuenta la basílica de Saint-Denis, con una antigüedad similar a la catedral de Notre Dame, que sufrió rotura de ventanas y graves daños en su órgano el pasado mes de marzo. Hasta delante de la propia catedral parisina, hoy desoladoramente devorada por el fuego, se produjo en 2017 un intento de atentado cuando un joven que se decía soldado del ISIS atacó a un policía con un martillo delante del estraordinario pórtico del templo.
Una última información asegura que los primorosos vitrales de los rosetones del crucero, de los siglos XII y XIII, han sido respetados por las llamas, así como el órgano de la catedral, que sólo ha sufrido los desperfectos causados por el agua.
PS. Mientras el mundo centraba sus ojos en el incendio que devoraba la catedral de Notre Dame, en París, otro incendio consumía uno de los salones de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Incendio de Saint-Sulpice
LA PORTADA DEL DÍA
PS. Mientras el mundo centraba sus ojos en el incendio que devoraba la catedral de Notre Dame, en París, otro incendio consumía uno de los salones de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam.
- Manuel A. Blanco: “El exceso del dolor como el exceso de la alegría, es una cosa violenta que dura poco: el corazón del hombre no puede durar mucho en un extremo.”
Léase@: Notre Dame es Europa entera
DdA, XV/4142
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