
El presupuesto de los carteles fue de 12.000 euros y fueron realizados por el geógrafo Toño Huerta tras elaborar un estudio sobre los refugios antiaéreos de Gijón en 2010. «Solo
queremos que los pongan en su sitio para que la gente pueda conocer la
historia de la ciudad, lo que pasó en aquellos meses. Ponen como excusa
que no son adecuados para la intemperie, pero eso no es cierto. Están
protegidos contra los actos vandálicos y tienen una estructura de madera
muy resistente, es la misma que se usa en la señalización de montaña»,
ha explicado Huerta.
El colectivo ha realizado estas declaraciones
en la puerta del Palacio de Revillagigedo, donde han mostrado una
reproducción del cartel que corresponde al emplazamiento. Allí ha
anunciado que si la próxima corporación municipal no los coloca, convocará movilizaciones. Ojalá no sea necesario, pero el retraso es muy significativo. No en vano la actual alcaldesa se hizo la foto con el trío de Colón.
DdA, XV/4150
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