lunes, 29 de abril de 2019

DEL "¡NO NOS FALLES!" A "¡CON RIVERA NO!"



Félix Población

Lo más destacable a mi juicio de los resultados electorales de ayer fue la movilización ciudadana, ante la aparición de la extrema derecha en Andalucía, reforzada por el papel de derecha radical llevado a cabo por el Partido Popular (PP) a lo largo de la campaña. Esto es lo que ha conducido a una parte del electorado de este partido a votar a la marca original, Vox, y propinarle con ello al PP el batacazo más sonado de su historia, del que son sumos responsables su actual líder y el equipo que ha diseñado tan nefasta campaña.

Entra dentro de lo previsible que Ciudadanos, a pesar haber llegado al gobierno en Andalucía gracias a Vox y hacer una campaña orientada también a la derecha -con la foto de Colón como mejor ejemplo-, saliera beneficiado del desastroso resultado del Partido Popular, si bien hay que reconocer que muy por encima de lo calculado en principio. Es muy posible que si Ciudadanos no tuviera en su reciente historial esas taras y fuera el partido que se entendió anteriormente con Sánchez, los escaños logrados por el partido naranja y el PSOE apuntaran hoy a un entendimiento que ahora no creo posible, sin que quepa descartarlo.

También era de esperar el resultado logrado por Unidas Podemos (UP), pues si bien las encuestas no le daban más allá de treinta y pocos escaños, el retorno de Pablo Iglesias a la actividad política, una excelente campaña electoral y, sobre todo, el magnífico papel jugado por el secretario general de Podemos en los dos debates televisivos propiciaron una remontada digna de resaltar (42), sin que esto deba descartar  las correspondientes y necesarias autocríticas en el partido morado (de doce a siete diputados en Cataluña). Es de considerar, en descargo de UP, que el valor del voto útil ha pesado mucho en determinadas circunscripciones electorales.

A propósito de Podemos, no puedo dejar sin mención las declaraciones del conspirador de las empanadillas y máximo responsable del perjuicio más grave sufrido por el partido morado en su corta historia, en compañía de su solícita cocinera Carmena. Este sujeto ha tenido la desfachatez de decir que los resultados Unidos Podemos no son buenos, pero que no quiere “hacer leña del árbol caído”. Prefiero eludir el comentario que me merecen las palabras de tal sujeto.

En cuanto al gobierno que viene, apostaría por uno a la portuguesa, pero me temo que la lección lusa no inspirará a Sánchez. Ayer le gritaron en Ferraz que “¡con Rivera no!” y la respuesta de don Pedro diciendo que no aplicará cordones sanitarios a nadie que respete la Constitución levantó más de un silbido. A Zapatero también le gritaron en Ferraz en una de esas "¡no nos falles!". La imagen de arriba es por si se nos había olvidado.

PS1. Por si hay alguien que toque a rebato, echo mano de mi contable favorito JA, con su correspondiente comento: Votos totales "bloque izquierda"= 11.209.264. Votos totales "bloque derecha" = 11.164.720. Lo que ha dado la victoria es la ley d'Hondt. El voto a la derecha es exactamente el mismo que en 2016, simplemente, se ha dividido. ATENCIÓN, sólo tienen que organizarse y ya están de vuelta.

PS2. Atención a estos datos que nos facilita Javier Moreno:
-PACMA: 326.045 votos.
-COMPROMÍS: 172.751 votos.
-En Marea: 17.726 votos.
-ACTÚA (Llamazares): 30.448 votos.
-TOTAL: 546.970 (solo un escaño de Compromís).

-Unidas Podemos: 3.732.929
-Minoritarios más Unidas Podemos: 4.279.899 votos.

Unidas Podemos hubiera quedado en tercer lugar y a 76.000 escasos votos del PP. Y, por supuesto, ese escaño se hubiera transformado en bastantes más.
¿Aprenderemos o seguiremos haciendo el idiota? Pareciera que les pagaran por serlo.


                    DdA, XV/4154                   

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