martes, 2 de abril de 2019

CUANDO EN LOS PLATÓS YA SE MENTA A LAS MADRES

 Aconsejaría a quienen utilizan las redes (a)sociales la máxima contención a la hora del esparcimiento de cuanta mierda prodigue este sujeto porque con ello se contribuye a que la mierda crezca y crezca y crezca.*

Félix Población

Acabamos de ver colgado en las redes -era inevitable hacerlo si se está adscrito a alguna- uno más de los episodios nauseabundos que ciertas directoras y presentadoras de algunos programas de televisión matinales utilizan para cultivar la mierda y ser noticia, aunque sea una noticia de mierda, que son las que más abundan para que la mierda cunda. 

El periodista que en este país se ha ganado con sobrado merecimiento el remoquete de pantuflo por sus difamaciones e insidias, y que últimamente además figura supuestamente en una trama sucia urdida en las cloacas del Estado contra Podemos, mentó en el plató de ese programa a la madre de un colega con el que debatía, sin que en ningún momento la presentadora o moderadora le apercibiera de esa y otras graves e intolerables manifestaciones en un medio de comunicación. 

Si esa señora no ha sido capaz de llamar la atención a ese indecente tertuliano por perpetrar semejante intervención, habrá que colegir inevitablemente que los niveles de desafuero en los debates políticos están a punto de desbordar el basural que los colma por parte de ese individuo, protegido y financiado supuestamente desde el Ministerio del Interior de Fernández Díaz. Habida cuenta su catadura, que sería rechazada en cualquier canal de televisión con una cierta dignidad, su permanencia constante en varios denota hasta qué punto es mefítica la cocina que se elabora en las altas instancias de esos medios. 

Nota: Aconsejaría a quienen utilizan las redes (a)sociales la máxima contención a la hora del esparcimiento de cuanta mierda prodiga este sujeto porque con ello se contribuye a que la mierda crezca y crezca y crezca. ¿O es que quremos hacernos mierda?

*Eludidos vídeo o ilustración para no mostrar más mierda.

                   DdA, XV/4128                    

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