jueves, 28 de marzo de 2019

UNA DE INDIOS, POR VARGAS LLOSA

Félix Población

Ayer, aparte de la siestecita que se echó el presidente argentino Macri durante una de las sesiones del octavo Congreso Internacional de la Lengua, pudimos teleasistir a un fragmento del discurso pronunciado por el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, en respuesta a la carta al rey de España y al pontífice de Roma de López Obrador, presidente de la república mejicana. 

Solicitaba Obrador en su misiva disculpas o perdón a Felipe VI y al papa Francisco por los excesos cometidos durante la conquista de Méjico y el magnífico fabulador Vargas confundió la tribuna del evento con su pantalla de ordenador para suscribir una de sus más desfachatadas ficciones. 

Entiende don Mario que López Obrador se equivocó de destinatario porque esa carta "debió de mandársela a él mismo y responderse, respondernos, a la pregunta de por qué México, que hace cinco siglos se incorporó al mundo occidental gracias a España, y que es independiente desde hace 200 años, tiene todavía tantos millones de indios marginados, pobres, ignorantes y, explotados", subrayó el Nobel de Literatura, para sorpresa del respetable público que asistía al acto en  Teatro San Martín de Córdoba, impactado acaso por una alusión tan directa a la polémica suscitada por esa epístola. 

Convendría recordar, a propósito de la marginación y pobreza de los indígenas mejicanos que tan repentinamente preocupa ahora a Vargas y no antes de que López Obrador llegara a la presidencia de aquella república, el más que insidioso artículo suscrito por don Mario en El País en enero de 2006 a propósito del primer viaje a Europa del recién nombrado presidente de Bolivia, Evo Morales (casi trece años ya como primer mandatario con unos magníficos resultados socioeconómicos para aquel país), de quien aquí algunos medios se mofaron por vestir una colorista chompa en la audiencia con el rey.

De entre los párrafos a resaltar de aquella colaboración en el diario español me quedo con este respecto a la personalidad de Morales: Su astuta modestia y sus estudiadas y sabias ambigüedades lo caracterizan como emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical.

Titula mi colega Félix Maraña, con la consiguiente guasa, que lo de ayer de Vargas en el teatro cordobés fue una de indios y vaqueros, y lo desarrolla así: "De todos es conocida la lucha constante y abnegada que ha sostenido en el tiempo Mario Vargas Llosa en defensa de los indios del mundo entero, tal es así que todos sus libros son una denuncia de la explotación, postergación, miseria y escarnio a que los indios han sido sometidos a lo largo de la historia del mundo. Se recuerda que Vargas, cuando jugó a ser presidente de Perú, prometió que, de ser elegido, entregaría todo el poder a los indios, y nombraría un gobierno de indios. Y otro de vaqueros"

                    DdA, XV/4124                 

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