Ya
estamos en el ocho de marzo. Una fecha en la que se conmemora que 129
trabajadoras del textil (fabricaban lonas de color violeta) fueron
quemadas vivas por su patrón por hacer huelga. Solo eran mujeres, para
más inri obreras, seres fatuos sin alma que habían sido predestinadas a
una vida de sumisión y silencio. Su rebeldía les costó muy cara. Pero el
fuego que consumió sus cuerpos encendió la insurrección en millones de
corazones en todo el planeta.
Algunos dirán que eran otros
tiempos. Pero para muchas mujeres las llamas de ese incendio siguen
todavía activas en muchas facetas. Y pese a quien pese, solo el triunfo
del feminismo puede sofocarlas. Incluso aquellas mujeres que reniegan de
él como si se tratara de la lepra deberían saber que, gracias a las
sufragistas y a las endemoniadas feministas, hoy pueden optar entre ser
jarrones chinos decorativos, monjas o físicas nucleares. Podemos escoger
y hacer cosas tan elementales como votar, viajar, estudiar, tener una
cuenta bancaria, trabajar sin permiso de un tutor masculino o
divorciarnos. Esos derechos que no llegaron a las nuevas generaciones
por arte de birlibirloque si no por la sangre, el sudor y la valentía de
otras mujeres que se aseguraron de que sus hijas y nietas tuviéramos un
futuro mejor y más justo.
También las desacreditaron en su
tiempo. Lo mismito que ahora. Por ahí circula un autobús de unos tarados
conocidos que se hacen llamar "Hazte Oír" y que pasean su mensaje de
odio por la geografía carpetovetona animados por la jauría machista que
aúlla en coro desde la diestra más siniestra.
Solo en un país
que camina hacia el medioevo a lomos del rocín de Abascal "El Semental"
se permitiría una garrulada de este calibre. Pero España es diferente,
ya lo decía don Manuel.
Aunque ¡ojo!, en esta conjura de
necios para retrotraer a las mujeres a lo que ellos consideran su nicho
antropológico (debajo de la suela del zapato del patriarcado) los de
VOX no están solos. Los de Casado se unen a sus coleguis con esa
necesidad que tienen por demostrar que para facha puro, puro... su
pirulo. ¿Y los de Rivera? ¡Viva el mal! ¡Viva el feminismo liberal!
Que
digo yo que alguien debería contarles a los de Ciudadanos que
"feminismo liberal" es una contradicción en sí misma, como aquello de
"inteligencia militar". Y que predicar a favor de legalizar la
prostitución y aprobar la maternidad subrogada convierte el cuerpo de la
mujer en una mercancía más de compra y venta. Chirría bastante con el
mensaje de liberación y dignidad que promulga el movimiento feminista.
En fin, será que "feminismo capitalista" sonaba muy descarado o ya estaba cogido.
En
cualquier caso, tengo la loca teoría que el recalcitrante mensaje de
los tres jinetes de la "pocalichis" está contribuyendo a fortalecer y
expandir el feminismo. Y no solo entre las mujeres. Cada vez hay más
hombres que se suman y que este ocho de marzo nos apoyarán haciendo
huelga, cuidando a los menores o a los ancianos y defendiendo la misma
trinchera que sus compañeras, amigas, esposas o hijas. La de nuestra
libertad e igualdad respecto a ellos.
Osea que muchas gracias a
los patéticos primates de "Hazte Oír" por llamarnos feminazis. Y al
cráneo privilegiado de Casado, por pretender enseñarnos a las mujeres lo
que significa tener un embarazo. Y cómo no, a Riverita y cía por
transmitir señales más confusas que una psicofonía de cuarto milenio.
Vosotros sois el esperpéntico empujón que nos faltaba.
Así
que el día ocho estaremos enfrente de toda vuestra mierda, en parte por
vomitarla tan profusa y locuazmente. Que nadie os quite el mérito
camaradas. ¡Heil machotes!
DdA, XV/4108
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