martes, 26 de febrero de 2019

REPUBLICANOS FUERON LOS DEL EXILIO, LOS DE LAS FOSAS Y LOS DE LA REPRESIÓN

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Cada vez que, como hace unos días con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en Francia, se comete el ultraje de poner una corona de flores con la enseña de la bandera monárquica para "homenajear" a los ciudadanos republicanos que se enfrentaron a esa bandera con la tricolor de la segunda República, se pretende insistir en difuminar hasta el olvido no sólo la existencia de ese régimen legal y democráticamente constituido, sino toda la historia republicana que este país tiene desde principios del siglo XIX, al objeto de dejarnos sin la memoria más digna de pensamiento político progresista, silenciada como nunca durante la dictadura franquista.

Remedios Palomo

Una de las consecuencias de no haber escrito la historia de España entre los años 1931 y 1939 es que cada cual cuenta su rollo al respecto, y a veces, según la fuente, hasta parece verdad. Por un lado están quienes nadan muy bien en las aguas turbias de una guerra civil y fratricida, que convierte a las partes contendientes en facciones idénticas, y por otra están quienes se aprovechan de la ignorancia y el vacío histórico para esquivar sabiamente la exclusión del canon que significaría tomar partido por la verdad.
También hay víctimas que amparadas en la presunción de verdad y apoyadas en el estatus de no estar sometidas a crítica, proyectan sus particulares versiones con pretensiones de verdad científica. El jolgorio que queda después de tanta palabrería es importante: aquí no hay quien se entere de nada. Porque, en realidad, de eso se trata, de borrar definitivamente lo que pasó en España en 1931, la Segunda República.
Entre tanto desorden, no me sorprende comprobar que, tanto política como mediáticamente, solo los españoles que cruzaron la frontera camino del exilio ostentan el título de genuinos republicanos. La referencia a aquellas mujeres y hombres siempre va acompañada del adjetivo republicano. Los que quedaron aquí, muertos o vivos, se llaman cunetas, fusilados, rapadas, represaliadas, antifranquistas, pero nunca republicanos. Me hace gracia.
A pesar de la corriente, resulta que hubo al menos un republicano que se quedó en España. Se llamaba Lorenzo Palomo Chozas y fue fusilado en la cárcel provincial de Ávila en 1936 por republicano. Y a él dedico cada día mis homenajes y le llamo siempre alcalde republicano. Porque lo fue como ninguno.

                    DdA, XV/4099                

1 comentario:

Unknown dijo...

Antonio Machado defendió hasta el final la causa republicana y murió en febrero de 1939, juntamente con su madre al cruzarla frontera. El cadáver de Lorca todavía no se ha encontrado. El alcalde de Tui (Pontevedra), de Izquierda Republicana, el partido de Azaña y Sánchez Albornoz, exiliado en México. El yerno del alcalde de Tui, anarcosindicalista fue asesinado por guardias civiles y falangistas.La hija del primero y esposa del último también fue fusilada con el cabello blanco a los 27 años, se puede imaginar el sufrimiento y el terror por el que pasó. Sánchez Albornoz, en cambio, bajó en Barajas del avión con "nunca más" una guerra civil y pasó a hacerle guiños a Juan Carlos, porque había miedo al Ejército y a los cuerpos represivos franquistas. Por ello, Carrillo, una vez legalizado su PCE, enarboló la bandera bicolor, por miedo al ejército, porque estaban pactando con el franquismo reformista monárquico, a espaldas de los militantes, según explica Gregario Morán. Después vino la Constitución, con la monarquía en el título II, antes del poder legislativo de los representantes del pueblo español, un Gutiérrez Mellado histérico impuso el art.8, que suponía la tutela del Ejército sobre el sistema constitucional, a eso siguió el Desencanto, porque el pueblo pintaba poco, el olvido y la desmemoria histórica, el republicanismo no tenía ningún sentido, pues la monarquía salvaguardaba los intereses de toda la oligarquía franquista. Y todo funcionó a las mil maravillas, porque las FOP seguían siendo las mismas, el Ejército era el vencedor de la.Cruzada, la Iglesia mantenía sus prebendas, el poder financiero era el de siempre, ... Y se fue implantando el pensamiento único de la monarquía constitucional, del juancarlismo, de la partidocrscia, del felipismo, con los mass media controlados y el aparato de propaganda funcionando a todo trapo, hasta que el triunfalismo reinante empezó a resquebrajarse en 2008, con el inicio de la gran recesión y el sistema corrupto y de democracia limitada comenzó a perder legitimidad. Sin embargo, con la desmemoria reinante en el franquismo y en el juancarlismo no resulta fácil que se desarrolle un republicanismo ¿a la escandinava?, pues hace falta pensamiento cultura, valores éticos fuertes en relación al bien común, a la justicia y a la igualdad. Por todo ello, la memoria histórica republicana no es plato de gusto del franquismo sociológico fraguiano, tan corriente en el propio votante del PSOE. Además, vivimos en la etapa neoliberal del capitalismo en crisis y la atomización y alienación social es dominante, a pesar de la Gran Recesión, de la Covid, de los refugiados de las guerras, del cambio climático, etc. Hace falta paciencia y ciencia, ciencia social también.

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