Mucho he lamentado no haber podido asistir el pasado sábado al espectáculo de música y baile basado en el libro Entre cunetas, del poeta Luis Ramos de la Torre, que se celebró en el Teatro Principal de Zamora.. Supongo que habrá una nueva oportunidad de presenciarlo en otras ciudades. El triple abrazo de la música, el baile y el verso, unidos para reivindicar la memoria y homenajear a los muertos sin sepultura (título de una obra de Sartre) que fueron víctimas de la represión franquista, no puede quedar sin consignación en este modesto DdA, máxime cuando quien lo inspira es mi estimado amigo Luis Ramos. Por eso agradezco al autor del siguiente artículo ques nos haya hecho llegar sus impresiones y sentimientos sobre el espectáculo. A ver si con suerte lo vemos en Salamanca.
José Ignacio Primo
"El sábado tuve la oportunidad de asistir en el Teatro Principal a la
presentación del Proyecto Poético Musical Bailado basado en el libro de
poemas Entre Cunetas de Luis Ramos de la Torre con el que se quiere
reivindicar la Memoria y Justicia necesarias que nuestra sociedad le
debe a los muertos aún por exhumar y a las víctimas y desaparecidos tras
la última Guerra Incivil española. Todavía sigue habiendo miedo a
llamar las cosas por su nombre, a reconocer que innumerables familias
siguen soportando el dolor no sólo de una guerra injusta, sino también
el sufrimiento de una represión cruel, atroz, despiadada, que dejó una
huella indeleble. Que esto no se quiera ver y reconocer alimenta la
incertidumbre y desesperación de las familias que injustamente lo
sufrieron. Que una senadora afirme hace unos días que la Memoria
Histórica se dedica a gastar el dinero en "desenterrar huesos", llena de
indignidad a quien lo dice y ofende a quien lo escucha por lo que es
motivo más que sobrado para que no continúe representando a ciudadanos
en El Parlamento.
Por ello, es de agradecer que grupos como el
Colectivo Desaparecidos levanten su voz y pidan "la paz y la palabra",
como en otro tiempo, demasiado largo ya, lo hiciera nuestro poeta Blas
de Otero. Y lo hacen como saben, cantando, bailando, declamando,
desparramando por el auditorio los versos cargados de emoción de Luis
Ramos hasta conseguir momentos de auténtica conmoción en el espectador
y, por qué no, lágrimas de dolor y desesperación, porque toda la
representación estuvo presidida por un fervor contenido que a veces
afloraba en aplausos.
La obra transcurrió de manera muy fluida
con momentos solemnes cuando aparecían las voces de Lucía Gonzalo, su
voz posee una gran belleza y con posibilidades de un gran futuro, y Luis
Ramos, con la entrega que le caracteriza. O la aparición del coro
Camerata Primo Tempo, a la manera de un coro griego, con sus presagios y
augurios, señalando "A todos los culpables del olvido". Y el grito
dirigido a todo el mundo, en español, holandés, francés, alemán, inglés y
portugués "Desaparecidos, en las paredes sin nombre. Y perdidos, para
siempre perdidos". Momentos intensos, a veces de rabia contenida,
acompasados por la danza de Cecilia Gutiérrez, que inspiraba soledad, la
soledad de los que aún se encuentran en las cunetas.
Al final,
como si de una ola se tratase, Luis Ramos canto una copla, "A la vera,
vera/ de la fosa blanca", que se fue extendiendo hacia el público y se
convirtió en un clamor general: Justicia Ya. En ese momento me vino el
recuerdo, quizá por debilidad mía, de mi amigo Salvador Távora que acaba
de fallecer y sobrevoló sobre mí su Quejío y su Andalucía amarga. Y se
me escapó una lágrima furtiva. Y recordé a Antonio Machado, "Se canta
una viva historia,/ contando su melodía". Y añadía: "Nuestra vida es
tiempo". No neguemos su tiempo a los desaparecidos, abandonados y para
siempre perdidos."
DdA, XV/4086
2 comentarios:
Gracias Félix por la amistad y la consideración. Abrazos amigo!!
A ti, Luis, por cantar lo que nos hace.
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