miércoles, 13 de febrero de 2019

CLARA ANDRADA Y SU PRIMER PROFESOR, PABLO SAGREDO


Lazarillo

La flautista salmantina Clara Andrada, galardonada con el Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España en 2018,  es, desde 2005, flauta solista de la Frankfurt Radio Symphony Orchestra (Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt) y desde 2011 de la Chamber Orchestra of Europe. Además colabora, como primera flauta, con orquestas tan prestigiosas como la London Symphony Orchestra, London Philharmonic Orchestra, Bamberger Symphoniker, Münchener Kammerorchester, Asian Philharmonic, Rotterdam Philharmonic o la Orquesta de Cadaqués. Trabaja habitualmente bajo la batuta de directores como Nikolaus Harnoncourt, Bernhard Haitink, Valery Gergiev, Lorin Maazel, Sir Colin Davies, Vladimir Ashkenazy, Philippe Herreweghe, etc.
Pueden seguir leyendo más datos acerca de su brillante y joven currículum en su página web. Este Lazarillo se limita a escribir esta nota porque mañana estará como solista en el Teatro Jovellanos de Gijón, que es mi ciudad, en un concierto de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA)  bajo la dirección de Jaime Martín. El programa será éste: Bartók, Suite de danzas; Ibert, Concierto para flauta, y Dvorak, Sinfonía nº 6 en Re mayor, Op.60
Yo no sé si Clara Andrada ha venido alguna vez a Salamanca a tocar con una orquesta. Tampoco me consta que los medios de comunicación de su ciudad le hayan prestado la atención que merece, pero lo que sí quiero destacar en esta nota son las primeras frases del currículum de Andrada: "Clara Andrada inicia sus estudios en la Escuela de Música Sirinx con Pablo Sagredo, profesor con el que continúa en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca (su ciudad natal), graduándose con el Premio Fin de Carrera". 
Querido Pablo, bien sabes que tu alumna -según el jurado del premio  citado- es "representante del magnífico grupo de instrumentistas españoles que destacan en las más importantes orquestas del mundo. Por el desarrollo de su carrera profesional, su labor pedagógica, su solidez musical y su capacidad de comunicación". Como eso empezó contigo, en el aula recoleta de aquel viejo edificio en la calle Pollo Martín, cuando un grupo de jóvenes docentes de la música creyó en su vocación pedagógica y en hacer crecer la música en las sucesivas generaciones de estudiantes que pasaron por la escuela Sirinx desde muy tierna edad, quiero decirte/deciros que han pasado más de treinta años y vuestro tiempo andante sigue siendo allegro vivace. Gracias por lo que supone en un país tan anacorcheto.

                   DdA, XV/4087                     

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