Félix Población
Una vez firmado el acuerdo entre el partido fundado por el
exministro de Franco Manuel Fraga y el partido de la ultraderecha
neofranquista, lo que prima en la mayoría de los medios de información con
respecto al próximo gobierno de la derecha radical en Andalucía son las fotos
en las que aparecen los dirigentes del Partido Popular y Vox suscribiendo o
mostrando la papelería de su pacto.
Pareciera que Ciudadanos, el partido que con sus 21 diputados
ha sido la base mayor sobre la que se sustentará el nuevo gobierno, no gustase
de una excesiva focalización del papel jugado por su naranja en la nueva
realidad política andaluza. El señor Marín, próximo vicepresidente de aquel
gobierno, debe también a Vox su cargo, por más que trate de escaquear esa
realidad exhibiendo exclusivamente las fotos de su acuerdo con el Partido
Popular.
Es de esperar que los ciudadanos españoles en general tomen nota del
lugar que actual y realmente ocupa Ciudadanos en la escena política, aunque no
hace mucho pretendiera pactar a escala nacional con el PSOE, aquel PSOE que
traicionó a su actual líder y presidente del Gobierno, con Susana Díaz a la
cabeza sin disimular sus ambiciones políticas.
Lo que ha ocurrido en Andalucía no habría pasado si esa
señora no hubiera sido investida presidenta de la Junta de Andalucía con los
votos de Ciudadanos y, en su lugar, hubiera buscado un entendimiento con los partidos de
izquierda. Y también, si hubiera mantenido una actitud más digna que la que tuvo
con Pedro Sánchez antes de que este dimitiera como secretario general del PSOE.
Lo que ha pasado en Andalucía no habría ocurrido si lo que está pasando ahora en España entre el PSOE y Unidos Podemos para la gobernación del Estado se hubiera podido ensayar
allí.
Lo que no se entiende, es que tanto el PSOE andaluz
como Adelante Andalucía mantengan la pasividad que actualmente muestran ante la
legislatura que se abre en aquella comunidad y los venideros comicios. ¿Es que no se va a dar una
reacción movilizadora entre los demócratas progresistas, según se lee en el Manifiesto por el diálogo en Andalucía, la
democracia y los derechos humanos? Allí y en todo el país estamos al día de hoy ante la amenaza real de una extrema derecha que pone en peligro los consensos democráticos más básicos.
DdA, XV/4.059
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