viernes, 4 de enero de 2019

EL GOBIERNO DE ANDALUCÍA Y EL VOTO DE LAS MUJERES


Félix Población

Hace ya algo más de dos años que falleció el escritor y periodista Eduardo Galeano y hoy la portada del diario El Mundo me ha hecho recordar una de sus referencias al machismo matón: Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Después de tanto tiempo de postración y marginación social, apenas interrumpido por los años en que la segunda República pretendió rescatar a las mujeres del sometimiento a que les había castigado la historia, es muy probable que el avance más significativo que ha comportado la época en que vivimos haya sido el protagonizado por las mujeres en su lucha por la igualdad, sin que eso signifique que se haya conseguido. No obstante, bien se podría decir que, a medida que se suceden las generaciones, el horizonte de la mujer sin miedo está más cerca porque así debe ser en una sociedad libre, igualitaria y progresista.

La extrema derecha que ahora ha asomado por el sur, por su carácter machista y misógino, teme a la mujer sin miedo, y por eso discrepa con la derecha pactista en Andalucía que hasta ahora apoyaba la lucha contra la llamada violencia de género. Quiere Vox que se eliminen las partidas presupuestarias destinadas a ese fin, y como parece que sin esa condición no habrá posibilidad de contar con su apoyo para un gobierno autonómico formado por el Partido Popular y Ciudadanos, va Casado y se refiere ayer en Ceuta –comentando el último asesinato machista en Laredo (Cantabria)- a la primera víctima [del año] de la violencia doméstica.

A propósito del nuevo calificativo, el diario El Mundo nos ha sorprendido hoy con un titular a cuatro columnas en el que leemos que El PP ofrece a Vox ayudas a hombres por violencia doméstica. La propuesta, que el periódico citado sitúa al margen de los acuerdos con Ciudadanos, pasa por reforzar la normativa contra la violencia doméstica, de modo que se mejore la protección de los abuelos, las abuelas, los niños y los hombres que sufren maltrato en el ámbito familiar.

Una vez comprobado que esta información ha motivado discrepancias en los sectores vasco y gallego del Partido Popular, pues se debería al miedo excesivo que a Pablo Casado le provoca el alargamiento de la sombra electoral de la ultraderecha, es de esperar una sensata recapacitación sobre lo que implicaría para su partido semejante desliz, al que tendría que apuntarse también Ciudadanos para ser productivo. La cuestión está entre el voto de las mujeres, cuyo papel va a ser decisivo en los próximos meses, y un gobierno de Andalucía sostenido por un partido de ultraderecha que tiene miedo a las mujeres sin miedo.

PS. Recomiendo a pie de artículo el que firma hoy en su blog del diario El País Ángel S. Harguindey: El buenismo y las hienas.

                   DdA, XV/4.053                  

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