martes, 22 de enero de 2019

"ANDALUCÍA ES NUESTRA Y MADRID ESTÁ A PUNTITO"


Félix Población

Si bien recuerdo, cuando Podemos se inclinó por Manuel Carmena para asaltar electoralmente el Ayuntamiento de Madrid, no faltaron los que consideraron que su candidatura independiente no era la mejor para acabar con tantos años de gobiernos de la derecha en la capital de este reino en declive. 

Sí se estuvo de acuerdo en que enfrentarse con una candidatura femenina a la exlideresa Aguirre era una buena solución, si bien entre las pegas se objetó la edad avanzada de doña Manuela, que creo la hizo decir o sugerir que al cabo de cuatro años se retiraría. Se tuvo la impresión entonces de que Carmena asumía presentarse con una cierta reserva, de la que al parecer se ha venido arrepintiendo a lo largo de su buena gestión. Ahora tenemos a don Manuela encantada ante la posibilidad de prolongar su ejercicio un cuatrienio más.

En esta ocasión, no contará la alcaldesa con un partido morado eufórico como hace cuatro años, sino más bien a la baja. Con todo, sí dispondrá de lo que la primera vez carecía: un provechoso trabajo en la administración del municipio, muy aliviado de deudas y con un balance en su actividad lo suficientemente provechoso como para que el gambito Errejón se subiera de modo oportunista y rastrero a la plataforma Más Madrid, con la que concurre doña Manuela, para servirse de ese tirón y hacérselo tragar a Podemos, ignorante de la estrategia.

Ante tan malas artes, propias de quien desde hace unos años se ha venido empeñado en lo que ahora parece haber conseguido -restar expectativas a la izquierda (él elude esta expresión siempre que puede) a base de desunirla-, el partido morado busca un candidato independiente para presidir la Comunidad de Madrid. 

Por muy idóneo que fuere el elegido o elegida, tanto él o élla como la propia doña Manuela se encontrarán en las urnas con el sentido crítico y posiblemente abstencionista -como en Andalucía- de aquellos ciudadanos progresistas que no conciben el enésimo resurgimiento de las lacras pluripartidistas de la izquierda, máxime cuando asistimos a la triple derecha más sólida y radical de los últimos cuarentas años. 

"Andalucía es nuestra y  Madrid está a puntito", me cuenta un cronista que escuchó en la reciente convención del partido más corrupto de nuestra historia. Y desde el otro partido le han dicho a don Íñigo: El PSOE es generoso, es la gran casa de la izquierda y ha entrado mucha gente en los últimos años. (Adriana Lastra).


PS. ¿Alguien me puede decir si todo esto tiene algo que ver con la llamada Operación Chamartín?

                       DdA, XV/4.068                     

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