Machi en compañía de Felipe Matarranz (con gafas), otro del Mazucu
Llanes ha perdido a uno de sus vecinos más queridos. A
la edad de 99 años, falleció ayer Antonio Batalla Díaz, “Machi”. Leemos que era habitual ver a Machi (el segundo de una familia de 22 hermanos)
todos los días en las inmediaciones del puerto con su inseparable amigo,
también marinero, Antonio Díaz, “Tinchu”, dialogando sobre asuntos marineros. Ambos ejercían de amables cicerones cuando
grupos de escolares o de excursionistas visitaban el puerto. Pocas
personas en la villa atesoraban tantos conocimientos sobre la mar y la
vida como Machi, pescador desde los 13 años.
Historia viva, era, para muchos, el último superviviente de la
legendaria batalla de El Mazucu, una de las más cruentas y olvidadas de la Guerra de España y la última que tuvo lugar en el frente norte antes de la ocupación por las tropas golpistas de Asturias con la caída de Gijón el 21 de octubre de 1937. El pasado mes de julio, los vecinos del barrio
Bustillo le rindieron un caluroso homenaje, que incluyó la designación
de una plaza con su nombre.
Tal y como recuerda el director de la Casa de la Cultura de Llanes,
Higinio del Río, en 1935, a la edad de
16 años, Machi se alistó en las Juventudes Socialistas Unificadas,
combatiendo en la Guerra Civil como voluntario en el bando republicano.
Miembro de una familia ligada a la mar, dio sus primeros pasos como
marinero de la mano de su tío Pitito en “La Milagrosa”. Tras la guerra
pasó por un batallón de trabajadores debido a su pasado como defensor de
la II República.
Pedro Morán, presidente de la Asociación de Vecinos “Barrio Bustillo
Llanes Este” e impulsor del homenaje a Machi, resaltaba ayer sus
cualidades humanas. “Representaba a una generación que lo pasó muy mal
en la guerra y en la postguerra. Tuvimos la suerte de homenajearle en
vida y que lo disfrutase con toda conciencia. Era muy humano y
bondadoso, y se fue como vivió, tranquilo y sin molestar a nadie. No
recuerdo haberle visto enfadado nunca”, señaló.
El patrón mayor de la cofradía de Llanes, Ángel Batalla, compartía
parentesco con Machi. “Era el marinero más antiguo que quedaba y una
buenísima persona. Todos los días bajaba al puerto y estaba con los
pescadores. Se le echará mucho en falta. Fue un gran marinero de los de
antes, en una época en la que pasaban mucho frío y mojaduras, y
trabajaban con muy pocos medios”, indicó. “Era muy buena persona y muy
sociable. Jamás hablaba mal de nadie. Era de lo mejor que te puedes
imaginar y un gran amigo”, manifestó Antonio Díaz, “Tinchu”. Machi deja
cuatro hijos, cuatro nietos y una biznieta. Su memoria vivirá en ellos y en quienes fueron sus amigos.
DdA, XV/4.013
No hay comentarios:
Publicar un comentario