martes, 6 de noviembre de 2018

IRINA AMONSKY Y EL ZORRO HERIDO EN VEGA DE ARIO









Cinco kilómetros después, en el restaurante María Rosa, a orillas del lago Ercina, en los Lagos de Covadonga, la entrada del grupo acaparó todas las miradas. El local estaba lleno de gente pero enseguida despejaron una mesa para poder atender la urgencia. Poco después, guardas del Parque Nacional Picos de Europa se hicieron cargo del animal. «Lloré cuando se lo llevaron», confiesa Flor Irina. «Hasta me abrazó gente que había en el bar de tan emocionada que me vieron».

Los portugueses Antonio Franco, Anabel Jorge, Marco Silva, Mafalda Faria y la argentina Flor Irina son amigos y compañeros del club de trail running Salamandrecos. «Este puente hicimos rutas los 4 días. El domingo era nuestra última jornada en España. De noche nos volvimos a casa». Con un sabor agridulce, entre la alegría por haber podido dar una segunda oportunidad al zorro y la pena por la incertidumbre sobre su estado. «No puedo dormir pensando en el bichito», confiesa Irina. 
El zorro se recupera de sus heridas en el Centro de Fauna Silvestre de Infiesto, en Piloña, y creo que los responsables del mismo deberán comunicar a Irina y sus compañeros si el zorro vuelve a la vida que ellos, de todo corazón, quisieron rescatar. Estamos en un país donde estas historias deben servir de ejemplo para mejorar nuestra relación con los animales. Gracias por esa cordial lección de humanidad.

                 DdA, XV/4.004                

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