
Félix Población
Habida cuenta el decrecimiento en audiencia e interés de unos de los programas de debate político que más expectativas levantó en su día con la incorporación de algunos de los entonces nuevos políticos de Podemos, quisiera proponer a la dirección de La sexta noche uno de los espectáculos que más juego podría dar, si fuera hacedero reunir en el plató a algunos representantes de la obispalía en España.
La representación estaría formada, por un lado, por el arzobispo de Valencia, cardenal Cañizares, a ser posible sin capla pluvial, al que podrían acompañar aquellos de sus colegas que coincidieran con él en que la unidad de España es obra del Espíritu Santo, según dijo el prelado. Por otro lado, la convocatoria se haría también a los señores obispos de la Tarraconense, los mismos que se reunieron hace unos meses para hacer pública en una carta pastoral sobre la necesidad de una reflexión serena sobre la prisión preventiva en la que se encuentran Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez:
"En cuanto a la prisión preventiva de algunos antiguos miembros del gobierno y de algunos dirigentes de organizaciones sociales -escribieron los respetyables monseñores en febrero de este año-, sin entrar en debates jurídicos, pedimos una reflexión serena sobre este hecho, en vistas a propiciar el clima de diálogo que tanto necesitamos y en la que no se dejen de considerar las circunstancias personales de los afectados".
El planteamiento a debatir -sin contar con Marhuenda y el otro como moscas cojoneras- podría ser el papel del Espíritu Santo en la cuestión catalana, término con el que ya se conocía el asunto durante la segunda República. Más que nada por saber el derrotero de la paloma.
Léase también+@: Reig Pla, primer obispo español en sumarse a desobedecer al Papa
DdA, XV/3963
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