Como resulta tan evidente como deplorable que desde hace unos cuantos meses las informaciones de los medios de comunicación han venido reduciendo el
grueso del espectro político a tres partidos (PP, PSOE y Ciudadanos), es más que recomendable la lectura del interesante y lúcido artículo que mi estimada colega y colaboradora habitual de eldiario.es Rosa María Artal publica hoy en este medio bajo el titular: Podemos: cinco millones de votos proscritos. "Los votantes de Podemos -escribe Artal- se asemejan a los Intocables de la India, a la casta de los parias con los que no se puede tener contacto ni físico, de ahí el nombre de Intocables. Para los propios políticos el camino puede ser tan duro como para pensar que no compensa y marcharse. Xavier Domènech, Podemos en Catalunya, anuncia por sorpresa que deja todos sus cargos, su escaño y la política". Del artículo, que aconsejo leer íntegramente, destaco estos últimos párrafos:
De momento, hay cinco millones de votos que parecen
huérfanos a veces. De tan relegados y cuestionados. Que existen. Como
opción política legítima. Nacidos de la indignación, sin siglas, por
los graves defectos estructurales en la sociedad, a causa las políticas
que se han aplicado. No es posible racionalmente echar el malestar con
fundamento que sienten, como poco, 5 millones de personas. No lo es en
democracia denigrar a 5 millones de ciudadanos.
Porque aumenta el paro, a niveles récord este mes que la gallina de los
huevos de oro del turismo se resiente, y siguen los desequilibrios, las
diversas taras de nuestra precaria decencia institucional. De aquellos
barros -reforma laboral, precariedad, nulo proyecto de desarrollo- estos
lodos. Esos sí fueron errores de bulto que ahora se pagan. Como de la
demagogia en vena, la distracción del criterio. Lo malo es cómo afectan a
los virajes del gobierno las críticas.
En realidad,
los cinco millones de españoles “descarriados” constituyen un segmento
muy deseado por todos los partidos. Personas de carne y hueso con una
papeleta por depositar en una urna. Y ahí están y estarán con unos u
otros dirigentes, mientras se mantengan las mismas circunstancias en
España. A unos y otros combatirán porque se combate la idea de cambios
decisivos. Este martes el PSOE, con PP y Ciudadanos tumbaban que el Congreso investigue las graves declaraciones grabadas de Corinna sobre el rey Juan Carlos.
Lo que parece improbable es que los electores de Unidos Podemos,
cualquier elector crítico, se dejen embaucar con eslóganes sin
contenido. O con medias tintas. O con ultraderecha apenas disfrazada. La
batalla no cesará, todo lo contrario. Empieza el curso. Atentos a las
zancadillas. A esquivarlas y evidenciarlas. Sin complejos.
DdA, XIV/3944
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