Lazarillo
"Probablemente hemos ido dejando de hablar de la vida conforme nos dábamos cuenta de que esto no es vida. Todavía conservamos una cierta querencia por el uso de la palabra y del concepto, pero es más fruto de la añoranza que de la esperanza. Quiere decirse: de añoranza de aquellos tiempos en los que, precisamente porque parecíamos a punto de recuperar la soberanía perdida sobre nosotros mismos (o secuestrada por las diversas variedades de la trascendencia, como prefieran), fantaseábamos los contenidos de una plenitud inminente. Ya despertamos de ese sueño. Sin duda, conviene revisar los mimbres con los que estaba elaborado tan entusiasta convencimiento. Al menos si aspiramos a entender la razón del progresivo abandono de la proverbial exhortación "¡vive la vida!", que antaño era recibida como una invitación a la intensidad y que hoy es leída como una declaración de desconcierto. Para nosotros la palabra vida (o sus bioequivalentes) ha pasado a nombrar determinaciones más que posibilidades, limitaciones estructurales en mayor medida que aperturas potenciales. De esta situación levanta acta este libro de 160 páginas de Antonio Valdecantos, recientemente editado por La Catarata, con la brillantez e inteligencia a la que nos tiene acostumbrados. Manuel Cruz, editor de Pensamiento21.
Se trata de un lúcido ensayo que surge de la aversión del autor hacia la ideología contemporánea de la vida plena y exhaustivamente vivida. En su recorrido crítico e historiográfico por la idea de vida, arremete contra toda una retahíla de lugares comunes que conforman la “correosa ideología” del hipervitalismo. Antonio Valdecantos (Madrid, 1964) es autor de una amplia obra de pensamiento y ensayo, en la que se cuentan libros como Teoría del súbdito, Filosofía de la caducidad, La excepción permanente, La clac y el apuntador o La fábrica del bien, y numerosos artículos en publicaciones culturales y académicas y en periódicos. Es catedrático de Filosofía de la Universidad Carlos III de Madrid desde 2008, tras habilitarse el año anterior con una investigación sobre moral y política de la vergüenza.
"Probablemente hemos ido dejando de hablar de la vida conforme nos dábamos cuenta de que esto no es vida. Todavía conservamos una cierta querencia por el uso de la palabra y del concepto, pero es más fruto de la añoranza que de la esperanza. Quiere decirse: de añoranza de aquellos tiempos en los que, precisamente porque parecíamos a punto de recuperar la soberanía perdida sobre nosotros mismos (o secuestrada por las diversas variedades de la trascendencia, como prefieran), fantaseábamos los contenidos de una plenitud inminente. Ya despertamos de ese sueño. Sin duda, conviene revisar los mimbres con los que estaba elaborado tan entusiasta convencimiento. Al menos si aspiramos a entender la razón del progresivo abandono de la proverbial exhortación "¡vive la vida!", que antaño era recibida como una invitación a la intensidad y que hoy es leída como una declaración de desconcierto. Para nosotros la palabra vida (o sus bioequivalentes) ha pasado a nombrar determinaciones más que posibilidades, limitaciones estructurales en mayor medida que aperturas potenciales. De esta situación levanta acta este libro de 160 páginas de Antonio Valdecantos, recientemente editado por La Catarata, con la brillantez e inteligencia a la que nos tiene acostumbrados. Manuel Cruz, editor de Pensamiento21.
Se trata de un lúcido ensayo que surge de la aversión del autor hacia la ideología contemporánea de la vida plena y exhaustivamente vivida. En su recorrido crítico e historiográfico por la idea de vida, arremete contra toda una retahíla de lugares comunes que conforman la “correosa ideología” del hipervitalismo. Antonio Valdecantos (Madrid, 1964) es autor de una amplia obra de pensamiento y ensayo, en la que se cuentan libros como Teoría del súbdito, Filosofía de la caducidad, La excepción permanente, La clac y el apuntador o La fábrica del bien, y numerosos artículos en publicaciones culturales y académicas y en periódicos. Es catedrático de Filosofía de la Universidad Carlos III de Madrid desde 2008, tras habilitarse el año anterior con una investigación sobre moral y política de la vergüenza.
DdA, XV/3955
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