
Ya podéis contemplar el increíble objeto en el que se ha convertido
este blog que hace apenas seis meses empezó a ilustraros en la memoria
del Gabinismo. Esto que veis en la imagen superior, queridos hijos, es un libro.
En tiempos de vuestros padres los libros se utilizaban como decoración
habitual en los salones de las viviendas, pues engalanaban las
estanterías y permitían intercalar entre ellos esculturillas de cisnes
de cerámica, fotos de la abuela, facturas, arañas y cosas así. Había
hasta gente que cogía los libros, los abría y se ponía a leer sus
tripas, pues los libros guardan dentro páginas de papel con textos y con
imágenes en algunos casos. Son como un teléfono móvil, pero sin
pantalla táctil ni vídeos de gente haciendo el mongolo. Tampoco puedes
dar likes, ni hacerte selfies enseñando la nalga. En realidad, su utilidad resulta bastante limitada, más allá de hacerte el intelectual; o sea el guay.
El Gabinismo contado a nuestros hijos, o nuestra crónica de la incomparable alcaldía de Gabino de Lorenzo, cuenta desde hoy con un libro del siglo XX que también se podrá comprar en su versión electrónica del siglo XXI a través de la web de Trea, la editorial asturiana que lo ha publicado, y que desde el primer momento nos ha ayudado en nuestra descabellada idea.
El libro, por cierto, también desvela quiénes somos los dos evangelistas de Best Mayor Ever que hemos impulsado este blog.

¿Qué cuenta el libro? Pues cosas de Best Mayor Ever,
principalmente. O sea un montón de episodios y anécdotas de la historia
reciente de Oviedo que debéis conocer, queridos hijos: por ejemplo, cómo
el Regidor Sol recalificó hasta el último metro cuadrado del municipio
–algunos con las vacas y caballos todavía encima– y cómo igualmente
privatizó absolutamente todo lo que pilló, menos la Cámara Santa de la
Catedral y el bar Campa. O cómo transformó nuestra urbe en una capital
galáctica de la cultura. O cómo adiestró y alimentó a los mejores
caballos purasangre y a los mejores cocker spaniel y a los mejores
concejales populares de Europa. O cómo le gustaba la hostelería local, y
viceversa. O cómo convertía cualquier insensatez en estatua de sal
(Arturo Fernández included). O cómo se amó y se odió con Gaspar
Melchor de Álvarez-Cascos, y con gente así de abundantes bolsillos y
grandes cejas. El libro cuenta todo lo relacionado con Gabino from
Lorenzo, quien, como bien sabéis a estas alturas, queridos hijos, es
infalible e infinito, vaya.
También hemos incluido un anexo con entrevistas, otro con documentación y un álbum de cromos.

Al publicarse en septiembre, podéis pedirles a vuestros padres que lo
incluyan dentro de los gastos para material escolar. Seguro que con el
ticket luego pueden ir a la ventanilla correspondiente del Palacio de
Calatrava y desgravar el importe.
Si os ponen alguna pega, llamadnos, que ya hablamos nosotros con Javier Fernández.
DdA, XV/3946
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