Pablo Sierra del Sol
La ultraderechista y xenófoba Marine Le Pen felicitó por Twitter por su triunfo en el Mundial a una selección francesa donde el 85 por ciento de los futbolistas tienen padres o abuelos africanos. Que nadie se frote los ojos, la hija del filonazi Jean-Marie Le Pen no ha decidido darle una oportunidad al mestizaje. El tuit está justo debajo del vídeo que la líder de la Asamblea Nacional (el nuevo nombre que le han puesto al Frente Nacional, el partido que lideró su padre) tiene fijado en la parte superior de su timeline. En las imágenes, una Le Pen con cara preocupada pide ayuda a sus votantes acérrimos y, también, a sus compatriotas descontentos con "la política autoritaria de Macron". En el mensaje, apela a los franceses de toda la vida que se oponen a "la sumersión migratoria" que, según ella, defiende el Gobierno que preside Macron y que, según cree Le Pen, quiere destruir la Francia blanca y cristiana, la verdadera Francia que su partido dice defender. La ayuda que pide Le Pen no es el voto porque aún queda mucho para las próximas presidenciales. Lo que pide Le Pen es una donación urgente "de 5, 10, 20 ó 50 euros con un simple click" a través de una web que se llama "Alerta Democrática". El dinero evitaría que su partido caiga en la ruina económica. Los tribunales investigan desde hace tiempo la presunta financiación irregular del Frente Nacional y una decisión judicial impidió hace una semana el cobro de dos millones de euros que le corresponderían por asignación pública. Le Pen, que ha llamado delincuentes más de una vez a millones de franceses por el simple hecho de ser musulmanes y tener sangre subsahariana o magrebí, denuncia que con su partido se está violando la presunción de inocencia. Por eso, me hubiese gustado ver su cara al encontrarse esta mañana en la portada de 'Le Monde' con la cara del mulato Mbappé proyectada en el Arco del Triunfo.
DdA, XIV/3904
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