Lazarillo
El pasado 29 de abril asistimos
en España a un nuevo episodio de la sumisión de los medios de información al
imperio económico de la propaganda y, con ello, a la genuflexión de los periódicos ante los
poderes financieros que rigen las grandes empresas multinacionales, aunque
sobre ellas pesen graves responsabilidades en la contaminación del planeta. Los
diarios El Mundo, El País,
ABC, La Vanguardia, La Razón y El
Periódico son algunos de los grandes medios de comunicación impresos en papel que ese día
amanecieron con su portada en negro, como parte de una campaña publicitaria de
la marca de automóviles Audi. La campaña, bajo el lema “Hoy cambia todo”
y acompañado del logo de la marca alemana, se refiere a un nuevo coche,
totalmente eléctrico. La marca alemana Audi pertenece al Grupo Volkswagen, con
sede de Wolfsburgo (Alemania). El mismo que en 2015 protagonizó el escándalo
Diéselgate, sobre la instalación de software para modificar los resultados en
los controles técnicos de emisiones contaminantes en 11 millones de vehículos
diésel de este grupo del sector del automóvil, 200.000 de ellos de la marca
Audi. Dicho queda, y dirigido a aquellos profesionales de los distintos medios
audiovisuales privados que no tienen reserva en promocionar y cobrar por ello productos
comerciales en los mismos programas donde ofrecen su información. De seguir así, intercalarán anuncios entre los puntos y aparte, y lo seguiremos llamando libretad de expresión.
Según el informe de 2018 de Infoadex, en 2017 continuó la dinámica de bajada en ingresos por publicidad de los diarios impresos. De los 658,9 millones de euros ingresados por las cabeceras en 2015 se pasó a los 617,4 en 2016 y a los 567,4 el pasado año. Mientras, las cuentas de los principales grupos de comunicación siguen en números rojos, aunque con una mejora notable respecto a los años anteriores. Vocento —ABC y El Correo Español, entre otros— ha disminuido su deuda en 10 millones de euros —a cierre de 2017 desde el grupo valoraban que se situaba en 56,2 millones de euros—. Prisa, por su parte, en abril de 2018 había reducido su deuda a los 818 millones de euros, frente a los 1.422 millones que adeudaba en diciembre de 2017.
Según el informe de 2018 de Infoadex, en 2017 continuó la dinámica de bajada en ingresos por publicidad de los diarios impresos. De los 658,9 millones de euros ingresados por las cabeceras en 2015 se pasó a los 617,4 en 2016 y a los 567,4 el pasado año. Mientras, las cuentas de los principales grupos de comunicación siguen en números rojos, aunque con una mejora notable respecto a los años anteriores. Vocento —ABC y El Correo Español, entre otros— ha disminuido su deuda en 10 millones de euros —a cierre de 2017 desde el grupo valoraban que se situaba en 56,2 millones de euros—. Prisa, por su parte, en abril de 2018 había reducido su deuda a los 818 millones de euros, frente a los 1.422 millones que adeudaba en diciembre de 2017.
DdA, XIV/3837
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