Joaquín Álvarez
Hace unos días tuve el placer de disfrutar unas horas de compañía de Fernando Urruti.
 Fernando, finalista y candidato al III Premio Hay Derecho y Premio 
Llibertat d'Expressió 2016, lleva más de 30 años oponiéndose a las 
fraudulentas prácticas de numerosos alcaldes, por lo que ha tenido que 
cambiar de destino aproximadamente cada cuatro años. En Vizcaya se topó 
con la corrupción interna al descubrir una trama en Urbanismo, en la 
concesión de licencias y otra, en la ejecución de obras municipales, por
 cuyas denuncias fue despedido. Durante su ejercicio en Castro Urdiales 
(Cantabria), efectuó numerosos informes de ilegalidades. Esos informe, 
sirvieron posteriormente de pruebas al juez para instruir la trama de 
corrupción en dicho ayuntamiento.En la misma dinámica, ha ido trabajando
 en numerosos ayuntamientos, Crevillent y Orihuela entre otros lo que le
 ha hecho acumular más de 20 declaraciones como testigo en casos en 
instrucción y, otras tres, en juicios penales. Urruticoechea es un 
ejemplo de persistencia y tenacidad en la denuncia de la corrupción y en
 la lucha contra la indiferencia de organismos superiores. Hace un mes 
que el Juzgado de Instrucción nº 4 de Elx dictaba auto en el que 
comunicaba que admitía a trámite la querella de este Observatorio de la 
Ciudadanía contra la Corrupción contra Abornasa y César Augusto Asencio 
Adsuar, Alcalde de Crevillent y Vicepresidente 2º de la Diputación 
Provincial de Alicante por los delitos contra el medio ambiente, delito 
de prevaricación y delito de exacciones ilegales. Igualmente referíamos 
las dificultades y presiones a las que fue sometido el interventor 
Fernando Urruticoechea, único testigo de cargo en la causa sustanciada 
contra el Alcalde de Crevillent en Elx, que incluso provocaron el que 
tuviera que marcharse de trabajar en dicho ayuntamiento de Crevillent 
por el simple y mero hecho de denunciar las irregularidades.Pues si no 
fuera suficiente con los ataques de todo tipo recibidos por su condición
 como denunciante implacable de irregularidades a través de sus reparos 
de legalidad tanto en los ayuntamientos de Orihuela como en el de 
Crevillente que en algunos casos provocaron su baja laboral por el 
asfixiante clima laboral, y al hilo de un pleito por una discrepancia en
 la calificación de una de las bajas entre el trabajador Fernando 
Urruticoechea con la Mutua y sobre la prestación de la misma, se ha 
utilizado tergiversando la realidad y de manera falsaria en varios 
medios de comunicación la idea de que percibió indebidamente un dinero 
mientras estaba de baja y que lo debe aún. Igualmente se dice que no 
estaba justificada la baja y lo que es más grave, que comete 
ilegalidades que le benefician. El Ayuntamiento de Orihuela descontó 
mientras se encontraba de baja el ex interventor las prestaciones, éste 
recurrió y simplemente perdió. Y nada tuvo que ver con la justificación 
de la baja ni habla de ilegalidades ni nada parecido.Considera el 
Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción que el objetivo de 
este tipo de noticias tendenciosas, que no se contrastan con la persona 
que queda afectada en su honor, que además de manera no casual coincide 
temporalmente con la personación para declarar del único testigo de 
cargo en la investigación judicial en marcha contra Abornasa y el 
Alcalde de Crevillent Cesar Augusto Asencio Adsuar, es desacreditarle y 
restarle credibilidad a su testimonio. Por ejercer con honradez su 
profesión, hasta sus últimas consecuencias y a pesar de importantísimos 
costes personales, Fernando merece sin duda nuestro afecto y 
reconocimiento.
DdA, XIV/3737 

2 comentarios:
Gracias Felix.
A ti, Joaquín, por conocer y tratar a personal tan digno de ejemplo. Salud y horizontes, amigo.
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