lunes, 15 de enero de 2018

20 DE ENERO: CONVOCATORIA DE MAREA BLANCA EN VALLADOLID

Pilar Moreno
Médica de familia y concejal de Ganemos en el Ayuntamiento de Salamanca

"Doctora, ¿y mi opinión sirve para algo?. Esta es la pregunta que la doctora recibe cuando la paciente sin nombre se queja porque el sistema no ha funcionado. La médica le devuelve la duda: de verdad, ¿crees que nuestra opinión no sirve para nada?
Pilar Moreno nueva
En el preámbulo de la Carta de Derechos de los Pacientes, incorporada a la Constitución Europea y firmada por España en Roma en el 2003, está reconocido el derecho de la ciudadanía a participar tanto en la elaboración como en el control de las políticas en el Área de la Salud para que sus derechos no se transgredan por restricciones financieras o cambios de gobiernos
Nuestro país ha sido ejemplo desde el inicio de la democracia, y especialmente desde el año 1986, en el que se proclamó la Ley General de la Sanidad, del desarrollo de unos servicios sanitarios de alta calidad, en los que primaba la igualdad, la justicia y la solidaridad. Durante años, con una inversión inferior a la de otros países de nuestro entorno, hemos estado a la cabeza obteniendo grandes éxitos, tanto en la atención hospitalaria como en la Atención Primaria, y hemos servido de modelo para otros muchos sistemas por nuestros buenos resultados en salud.
Sin embargo, en los últimos años, con la excusa de la crisis, además de reducir la asignación a la Sanidad, se ha cambiado el modelo de gestión con el pretexto de que el sistema público es insostenible, y se ha iniciado un trasvase de dinero hacia la Sanidad privada, como si de esta forma se consiguieran mejores resultados de manera más económica.
Mejores resultados, para la ciudadanía, seguro que no. A las grandes multinacionales, sin embargo, que no pueden permitirse perder un bocado tan lucrativo como todo lo que rodea a la Sanidad, les vienen de perlas estas nuevas políticas que consideran que la salud es un bien de consumo al alcance solo de lo que a cada uno le permita su situación económica.
Así están desacreditando y descapitalizando nuestro sistema público que, pese a todo, sigue obteniendo excelentes resultados, y justifican las externalizaciones por las exageradas listas de espera para ser visto por especialistas, pruebas complementarias o intervenciones quirúrgicas (causadas por sus propias políticas que disminuyen la inversión en hospitales y centros de salud). Que no nos engañen.
marea blanca dosPor ello, la ciudadanía ha despertado y se ha agrupado en Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública y se manifiesta regularmente en las mareas blancas, que llevan recorriendo toda la geografía española con el mismo lema: la defensa del derecho a una Sanidad pública.
En Castilla y León, la Plataforma de Defensa de la Sanidad Pública regional ha convocado una nueva marea blanca el 20 de enero en Valladolid, con un manifiesto en el que se recogen los problemas y las posibles soluciones para mantener nuestro sistema dentro de la máxima calidad y, especialmente, con sus características de igualdad, justicia y solidaridad.
La doctora lleva muchos años defendiendo la Sanidad pública y trabajando, desde su puesto, para mantener la dignidad de la misma. Por eso, hoy contesta a su paciente: "Nuestra opinión sí cuenta, porque cada individuo que actúa para proteger sus derechos y los derechos de los demás realiza un acto de ciudadanía activa. Tenemos que formar parte de esa ciudadanía que opina y que tiene que exigir ser escuchada".

La doctora termina: "Yo iré el día 20 a Valladolid a defender la Sanidad pública. Vente conmigo".

DdA, XIV/3746

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