Ana Cuevas
Las malvadas feministas han vuelto a liarla. Un grupo de esas brujas (denominadas TowandaRebels)
ha lanzado una campaña internaútica en contra de la prostitución que
se está haciendo viral. Pero desde otro enfoque. Es decir, saludando
directamente a los clientes por el apelativo que lingüísticamente
mejor les define: "Hola puteros". Las mozas son deslenguadas, ¿qué se
puede esperar de estas harpías? Parecen ignorar que, generalizando con
este apelativo, estamos abarcando un amplio espectro social de
consumidores de sexo. Estas señoras, por llamarlas de alguna forma, no
asimilan que no se puede meter a todos los puteros en un mismo burdel.
Por ejemplo: Los dirigentes del PP que prometían volquetes de putas para
motivar a los coleguis. En este caso no cabe duda de que a los
susodichos solo les movía el afán de cohesionar el buen rollo entre la
"familia". Ya se sabe que practicar actividades físicas juntos une mucho
a un grupo.
Nada que ver con el proletario embrutecido que
contrata los servicios de la primera "pilingui" que se encuentra en una
acera. ¡Ese! Ese es el putero. ¡Que siempre ha habido clases! Hasta en
lo más cutre.
Y según un individuo llamado Aracadi Espada
(perpetrador ¿intelectual? del partido Ciudadanos) la prostitución,
lejos de ser una lacra que explota y cosifica a millones de seres
humanos en la mayoría de los casos contra su voluntad, es poco menos que
una labor social. Una ONG.
Según la loca teoría que
esgrime la patética criatura, de no existir esta "salida", las
violaciones se multiplicarían por miles. No cuesta deducir de sus
palabras que el pobre hombre no ha recibido ninguna noción de educación
en la igualdad y en el respeto. Vamos, que su autocontrol de la
sexualidad debe ser inferior al de un bonobo y que confunde la
masculinidad con la brutalidad y la posesión.
Pero la cosa no
quedó ahí. Para rematar su explicación pseudo-antropológica trazó una
comparación que pasará a los anales ( lo de anal léase en el sentido más
escatológico) de la histriónica historia de los tertulianos más
vomitivos del circo mediático.
Dijo que las prostitutas son
como las enfermeras. Unos oficios en los que nadie quiere estar pero
que hacen su papel. ¡Jodo!, con perdón. Si obviamos, que ya es obviar,
que enfermería no es una profesión estrictamente femenina, olvida otro
pequeño matiz que diferencia ambas ocupaciones: La prostitución es un
negocio basado en la explotación, cosificación y comercio con mujeres y
niñas. La enfermería es una vocación personal de servicio y solidaridad
hacia el prójimo.
A las primeras acuden los clientes aún a
sabiendas de que las personas con las que van a tener sexo pueden estar
siendo obligadas, extorsionadas, amenazadas para satisfacer sus
"arcadianos" instintos. "No señor putero. Voy a contarte un secreto:-
dicen mis amigas femi-meigas- ninguna de las mujeres que has pagado
quería estar contigo". "Tú no pagas por follar, pagas por violar". ¡Qué
fuerte suena eso ¿no?! Es lo que tiene hablar claro. Que escandaliza
espíritus sensibles y reflexivos como el de Arcadi Espada y luego dicen
cosas raras como lo de las enfermeras.
Por cierto, Arcadi,
como todo hijo de vecino, caerá tarde o temprano en manos de una
enfermera o enfermero. Y mientras le pongan una vía o cualquier otro
suplemento vital rezará a esos dioses que deben rezar los idiotas para
que no lo reconozca ni la limpiadora.
¡Que no tenga miedo! El
trabajo de este gremio no se paga con dinero. Cada día salvan vidas sin
distinción de raza, condición o sexo. Padecen recortes, falta de
personal y medios. Hacen turnos imposibles por un sueldo mensual que el
señor Espada se puede gastar alegremente en una cena gracias a lo que
gana vomitando chorradas por la caja tonta.
La prioridad de
los sanitarios siempre es el paciente. Aunque sea un gilipollas integral
o un troglodita putero. O sea que puede estar tranquilo cuando tenga
que hacerse una analítica. Seguro que las enfermeras y enfermeros le
esperan con sus agujas bien afiladas. Piense un poco en ello. A veces
cuesta un poco encontrar la vena.
Bromas aparte, apoyo la
campaña "Hola Putero" porque confronta a los clientes con la cruda
realidad del infierno de sufren muchas mujeres obligadas a prostituirse a
la fuerza y de su complicidad en esta trata de personas. "Sin puteros
no hay prostitución" dicen las
TowandaRebels. Es una
tarea difícil porque mueve cantidades ingentes de dinero en todo el
planeta. Por eso hay que mostrar la realidad que rodea este comercio
humano. Aceptar que, quien paga, contribuye a que siga esa esclavitud.
Que no es inocente.
Así de complicado y simple. Un pequeño
salto evolutivo que no está todavía al alcance de muchos machos camachos
que aún habitan en la edad de las cavernas y son incapaces de controlar
sus institutos más primarios. .
Así que no se ofenda tanto
el señor Arcadi por la campaña de las feministas. Solo dicen verdades
como puños. Un putero es un putero aunque se vista de seda. Igual que
pasa con los majaderos que comparan la prostitución con la enfermería.
Aunque el bonobo se disfrace de tertuliano, ideólogo o periodista... al final como un mono majadero se manifiesta.
Y que me perdonen los simios por la parte que les toca.
DdA, XIV/3718
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