jueves, 16 de noviembre de 2017

REDOBLE DE CONCIENCIA: PRISIÓN PARA ASCENSIÓN LÓPEZ, QUE FUE BEBÉ ROBADO


Ana Cuevas

La primera persona que va a entrar en prisión por el repugnante asunto de los miles de niños robados en España durante varias décadas se llama María Ascensión López. Y contra toda predicción, no se trata de alguien que participara activamente en estos deleznables delitos. María Ascensión fue una de sus víctimas. Uno de esos bebés arrebatados a sus padres para ser posteriormente vendidos a otras familias. Lo averiguó casualmente cuando su  padre adoptivo falleció. Y luego su madre adoptiva le confirmó que sí. Que tras abonar 250.000 pesetas (de los años sesenta), una monja que era prima de su padre les puso a la niña en los brazos. Incluso le dio el nombre de la religiosa y algunos otros datos. 
Tirando de ese hilo,  María Ascensión relató  su historia en varios medios tratando de encontrar la verdad sobre su origen. Pero hete aquí que la hermanita decidió denunciar a su víctima por injurias. Y el juez condenó a Ascensión a pagarle una indemnización que, al carecer de recursos para poder afrontarla, le va a acarrear pasar unos cuantos meses en la cárcel. Y eso a pesar de que se pudo aportar papeles que certificaban la intermediación de la sor en el trapicheo. Papeles que desaparecieron.¿?
Actualmente hay documentados más de 60.000 robos de niños en España desde la posguerra hasta hace poco tiempo. Algunos eran respetables médicos, comadronas, enfermeras, monjas... personajes siniestros que imbuidos de una presunta superioridad moral engañaban a las madres diciéndoles que sus criaturas habían muerto para sustraerlas.
El deleznable Vallejo-Nájera, amigo íntimo de Franquito (su Mengele de cabecera), elaboró un método para "aniquilar el gen rojo" cuya medida estrella era arrebatarles los hijos a los republicanos para reeducarlos en familias adeptas al régimen. Otras veces la excusa era que los padres eran pobres o tenían mucha prole. O que eran madres solteras o demasiado jóvenes y de moral disoluta. Seguro que estos monstruos encontraron mil justificaciones de "conciencia" para poder dormir tranquilos por las noches. Y si no, el dinero que conseguían de los padres adoptivos (que en la mayoría de los casos ignoraban que eran bebés robados pero que sí sabían que pagaban por ellos) les ayudaba a conciliar mejor el sueño.
Se destrozaron familias que lloraron ante unos féretros vacíos. Muchas personas nunca sabrán cuál es la verdad sobre su concepción. Se falsificaron certificados de nacimiento. Se comerció descaradamente con vidas humanas en nombre de una religión y unos valores que les hacía actuar como implacables dioses. Pero eso sí, con  recompensa pecuniaria y en metálico, en este mundo. Que el cielo puede esperar.
Asunción irá a la cárcel porque esta "santa" mujer que viste hábitos es un engendro que no entiende de piedad ni ha olido nunca de cerca la conciencia. Y que nadie piense que tengo nada contra las religiosas. Una tía carnal mía lo fue y estuvo largos años cuidando a los enfermos de una leprosería. Una heroína como muchas otras que se entregan al servicio del prójimo con generosidad y valor. Pero como dice el refrán: el hábito no hace a la monja.
Pero además Asunción, irá por pobre. Porque si pudiera hacer frente a la sanción no tendría que pisar la cárcel. Tampoco hay indulto para ella, a pesar de haberse solicitado. No tendrá la suerte de los funcionarios y altos cargos corruptos que recibieron el perdón del Consejo de Ministros. Los mismos que se lo niegan a Asunción. Es el mundo al revés. Es la España negra que reaparece como ese rayo que no cesa. Es  una mierda.

DdA, XIV/3692

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